Poesía al emigrante
Esperança Sopena
No nací en tu cuna
pero si fuiste mi patria adoptiva,
dándome el trabajo que anhelaba
para poder tener una familia digna.
Nunca desairé mi tierra
porque en ella tengo mis raíces
y aunque en mi pensamiento airea
no puedo permanecer en ella,
al no darme lo necesario
por más que la tierra quiera.
Así nos convertimos en emigrantes
traspasando fronteras ajenas,
dejando atrás pertenencias
o amores que en promesas quedan,
esperando algún día volver
o quizás que a nosotros vengan,
para así establecer nuevo hogar
allí donde el destino dio
bienestar y su mejor ofrenda.
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