"La atención primaria es altísimamente resolutiva y lleva un gran control de enfermedades muy complejas que no se están pudiendo atender de la manera habitual. Esto quedará acumulado para después y se juntará con las secuelas de la Covid-19. Lo que vendrá después es impensable". Esta es la advertencia que hace la secretaria del Sector Primaria ICS de Metges de Catalunya (MC), Elena Bartolozzi, que ha analizado la actuación de las autoridades sanitarias respecto al primer nivel asistencial en la gestión de la pandemia del coronavirus.
En una entrevista al Diari de la Sanitat, Bartolozzi ha señalado como primer error la insuficiencia de equipos de protección individual (EPI) en los centros de atención primaria (CAP). Esta situación, especialmente en las primeras semanas de la pandemia, provocó un nivel de contagios muy elevado entre los profesionales que incluso conllevó el cierre de algunos dispositivos por falta de personal.
Los sanitarios que no han sido infectados y aislados han tenido que redoblar esfuerzos para prestar asistencia en los hoteles habilitados para los pacientes de Covid-19 con afectación leve y, sobre todo, en las residencias de ancianos, donde Bartolozzi ha explicado que se han encontrado una situación "demoledora".
La infrafinanciación es la raíz de las dificultades de la atención primaria, antes, durante y después de la pandemia, según la responsable sindical, ya que su dotación presupuestaria en Cataluña representa el 16% del gasto global en sanidad, "cuando debería ser de un 25%". La reorganización de los profesionales de los CAP y la concentración de la actividad en los centros más grandes tendrá repercusiones una vez pase la crisis. "Se sumará todo lo que se está acumulando y no estamos pudiendo atender porque existe el coronavirus", alertó Bartolozzi, que ha recordado que en el primer nivel se controlan la mayor parte de las patologías que afectan a la población.
La falta de test de diagnóstico de la Covid-19 también está lastrando el primer nivel asistencial en la gestión de la epidemia. En este sentido, Bartolozzi ha denunciado que la identificación de los pacientes sospechosos y sus contactos se realiza sin datos y esto supone un gran desgaste "porque tienes que actuar como si todo el mundo estuviera contagiado", y genera mucha incertidumbre a la hora de emitir certificados de incapacidad temporal. "Un médico necesita poder pedir pruebas diagnósticas. Y no las tenemos después de dos meses", ha lamentado.
Para la fase desescalada, en la que la atención primaria será el dispositivo sanitario prioritario, Bartolozzi ha reclamado la realización de pruebas de anticuerpos a los profesionales y a los pacientes para saber el grado de inmunidad y controlar los contagios y la aparición de nuevos focos epidémicos. "Al final a la primaria le recae todo porque es la puerta de entrada, pero también la de salida".