La secretaria del Sector Primaria ICS de Metges de Catalunya (MC) y médica de familia en el Centro de Atención Primaria (CAP) Amposta, Lourdes Franco, junto con la también médica María José Sáenz, ha recibido este lunes la Distinción Maria Antònia Ferrer, que otorga la Universitat Rovira i Virgili (URV) de Tarragona, en reconocimiento a su investigación en enfermedades de género.
El jurado ha valorado positivamente el hecho de que tanto Franco como Sáenz no solo dedican parte de su actividad profesional a la investigación, sino también a la acción social con impacto, creando, entre otros, un grupo de ayuda permanente, denominado "La mejor pastilla eres tú", formado por mujeres de Deltebre con enfermedades crónicas.
El último estudio de las dos médicas sobre el consumo de benzodiacepinas –sustancias psicotrópicas que actúan como inhibidores sobre el sistema nervioso central, ampliamente utilizadas para el tratamiento de los trastornos de ansiedad– revela un uso mayoritario de estos tipos de fármacos entre la población femenina de 53 a 75 años, que compagina las tareas domésticas socialmente asignadas a su rol de género con el cuidado de todos los miembros de la familia y un trabajo remunerado.
La investigación subraya la necesidad de visibilizar la feminización de este consumo y actuar sobre las causas psicosociales que retroalimentan esta problemática. En este sentido, advierte de la falta de un abordaje multidimensional (físico, emocional, espiritual, social y político) de estos malestares desde la atención primaria, ya sea por razones normativas y protocolarias, por la creencia de un determinismo neurobiológico o por la elevada presión asistencial en las consultas que impide crear espacios, donde las mujeres puedan expresar y vaciar sus "narrativas de sufrimiento".
Según concluye la investigación, esta carencia induce a los profesionales de la medicina a perpetuar los tratamientos con benzodiazepinas –una forma rápida y sencilla de resolver las consultas– y empuja a las mujeres a un consumo crónico de estos medicamentos, en contra de lo que indican las guías clínicas. Estas aconsejan no superar las cuatro semanas de medicación por los riesgos de dependencia, abuso y tolerancia, así como por la aparición de efectos adversos.
En resumen, Franco y Sáenz consideran que una aproximación interdisciplinar de estos trastornos "podría minimizar la iatrogenia y empoderar a las mujeres, consiguiendo un mejor estado de salud".