El movimiento “Posa Límits” de MC se extiende a varios hospitales con protestas del personal sanitario

Metges de Catalunya (MC) y el resto de los sindicatos con representación en los comités de empresa de los hospitales de Palamós, Mollet, El Vendrell, Mar (Barcelona) y Santa Caterina (Girona) denuncian estos días la situación extrema que sufren las plantillas por la falta crónica de personal y la carga de trabajo descomunal que soportan. Agotamiento, desesperación, frustración y enfado son algunas de las expresiones que utilizan para evidenciar la necesidad de poner límites a una precariedad laboral creciente que no parece tener fin y menos en medio de una pandemia que ha hecho saltar por los aires las costuras de un sistema sanitario en bancarrota.

“Faltan manos. Estamos físicamente agotados y mentalmente débiles. Nosotros lo damos todo. Nuestro trabajo es vocacional, pero cuando miras a tu alrededor a menudo te encuentras el vacío”, señalan los representantes del personal sanitario de la Fundació Hospital de Palamós y Palamós Gent Gran en un manifiesto conjunto, en el que también critican los contratos precarios fijos discontinuos, las guardias interminables, la saturación de los servicios generales de urgencias, laboratorio y rehabilitación, y las listas de espera quirúrgicas y de especialidades. “Solo queremos más manos para realizar nuestra labor con gratitud y profesionalidad (...). Somos trabajadores, no héroes ni robots”, afirman.

El comité de empresa ha trasladado su reclamo a los órganos de dirección para que incorporen, "de forma urgente", nuevos profesionales a la plantilla para poder atender correctamente la demanda sanitaria actual.

Por otro lado, el personal del Hospital de Mollet se manifiesta cada miércoles a las puertas del centro para reivindicar también más personal y un cronograma con compromisos concretos y reales para mejorar las condiciones laborales y profesionales de la plantilla. "No solo estamos cansados, sino que ahora igualmente estamos rebotados", dice el delegado de MC en el hospital vallesano, Josep Maria Tricas, que añade que la COVID-19 "ha sido la gota que ha colmado el vaso".

Denuncia que la dirección no está haciendo nada ni para sustituir las bajas laborales de la plantilla ni para fidelizar al personal facultativo del centro, sobre todo de las especialidades de anestesiología, oftalmología, neurología y digestología, que, cada vez más, marcha a otros centros para gozar de un mayor reconocimiento profesional.

Colapso total
Por su parte, los trabajadores y las trabajadoras del Hospital del Vendrell reanudan las movilizaciones para advertir de la situación “delicada” y de “colapso total” del centro, como consecuencia de tener una plantilla bajo mínimos y trabajar en unas condiciones precarias, circunstancia que, según sostienen, acaba afectando a la calidad asistencial. La delegada de MC, Yolanda Medrano, argumenta que el equipamiento, inaugurado en 2005, se ha quedado pequeño y no cumple las ratios de camas hospitalarias por habitante que correspondería a la comarca, ya que la población ha aumentado en más de 30.000 personas en los últimos 16 años. "Nos falta espacio y profesionales", lamenta.

En el Hospital del Mar, también protestan contra la "mala gestión" del centro y el exceso de carga de trabajo que deben asumir, debido a la escasez de profesionales. "Estamos bajo una presión muy elevada y es necesario que la dirección se replantee las necesidades de personal, tanto de medicina como de enfermería", afirma el delegado de MC, Lluís Recassens. Asimismo, se queja de la falta de sustituciones y de las pésimas retribuciones económicas que perciben los médicos y las médicas, que, voluntariamente, realizan un sobreesfuerzo para cubrir las bajas facultativas los días festivos y atender la patología COVID-19, aunque no les corresponda por su especialidad.

La plantilla del Hospital de Santa Caterina es la última en sumarse a la ola de protestas. Los profesionales aseguran que están "agotados y quemados" y que trabajan "bajo mínimos" por la falta de personal. “La empresa nos trata como fichas para tapar agujeros y no como personas que cuidan a personas. Esto tiene consecuencias y las estamos viendo. Hay un goteo continuo de personal que abandona la empresa para ir a trabajar a otro centro que mejore las condiciones”, explican. Entre otras demandas, reivindican una disminución “significativa” de las ratios de pacientes para todas las categorías, formación de más personal para los servicios especiales y un plan de contratación que aumente las jornadas de las personas contratadas a tiempo parcial, entre otras demandas.