Metges de Catalunya (MC) califica de "frívola" e "inadmisible" la actitud del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona que este jueves ha acusado a los profesionales del centro de exagerar el colapso que sufren los servicios de urgencias, tras denunciar que 81 pacientes estaban esperando en los pasillos para ser ingresados en planta, con demoras de hasta cinco días.
Fuentes del hospital han negado a La Vanguardia que las urgencias estén desbordadas y han asegurado que se trata de una exageración, que refleja el malestar de los profesionales por la futura implantación de un nuevo modelo organizativo en este servicio.
Pero la realidad es que el centro ha tenido que abrir 16 de las cerca de 70 camas que tiene cerradas como consecuencia de los recortes para aliviar la situación (el hospital ha reducido su presupuesto un 10% desde el año 2010).
El sindicato acusa a Vall d’Hebron de "minimizar torpemente" el colapso y advierte que la situación puede llegar a ser "caótica", si cuando llegue la gripe no se habilitan más camas para drenar, de una manera ágil y efectiva, a los pacientes ingresados en urgencias.
Además, critica que tanto el centro como el propio conseller de Salut, Boi Ruiz, hayan dejado entrever que detrás de la denuncia se esconde un conflicto laboral por la reorganización del servicio, "cuando realmente los profesionales están participando desde hace meses en la elaboración del nuevo plan".
Según datos del hospital, el área general atiende cada día 300 pacientes en urgencias, de los cuales un 20% necesita ingresar. Al cabo del año pasan 120.000 personas.