Metges de Catalunya (MC) sostiene que la formación continuada del facultativo es un derecho y una obligación fijados por ley, y que, por tanto, debe quedar libre de tributación, circunstancia que la Agencia Tributaria ha negado recientemente. Esta negativa ha provocado un fuerte malestar del colectivo médico y la advertencia de una posible huelga de médicos en todo el Estado español que ha forzado al Ministerio de Hacienda a rectificar y anunciar la modificación del reglamento del IRPF, para que los profesionales de la medicina no tengan que pagar impuestos por los cursos, jornadas o congresos financiados por las farmacéuticas u otras empresas del sector sanitario.
En un informe destapado por el diario La Razón, el fisco argumentaba que los trabajadores sanitarios "suelen ser invitados por las compañías farmacéuticas, para que asistan a congresos médicos", en los que "la entidad organizadora se encarga de sufragar todos los gastos relacionados con el congreso, así como las de locomoción, manutención y estancia de los asistentes".
Según el rotativo, el documento recogía un dictamen del Tribunal Económico-Administrativo Central, en el que se afirma que estas cantidades tienen la consideración de retribución en especie, "ya que las abona la compañía que organiza los eventos" y, en consecuencia, se deben incluir en los rendimientos del trabajo de la declaración de la renta. Con todo, la Agencia Tributaria puntualizaba que estos importes no se tendrían que fiscalizar, si la asistencia a congresos fuera considerada como formación exigida para el desarrollo del puesto de trabajo del facultativo y financiada directamente por su empresa de salud, en vez de por la farmacéutica.
MC aplaude la rectificación anunciada por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que se ha comprometido a estudiar fórmulas para modificar esta carga fiscal y aclarar, en el transcurso de este mes de junio, el problema generado con la fiscalidad de la formación médica. Sin embargo, el sindicato señala que sería deseable que las empresas sanitarias ofrecieran y financiaran la formación continuada del médico dentro de la jornada laboral, sin que ello conllevara un incremento de las cargas de trabajo.
El secretario general de la organización, Josep Maria Puig, afirma que el proceso de actualización y mejora de los conocimientos, habilidades y actitudes del médico ante la evolución científica y tecnológica de la medicina "debería ir a cargo de las empresas y ser considerado una parte más de su jornada laboral, dado su carácter obligatorio", como reconoce la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias (LOSP).
"Actualmente esto no ocurre. La sobrecarga de trabajo obliga a los facultativos a dedicar casi toda su jornada a la atención directa de los pacientes, sin que prácticamente puedan disponer de tiempo para realizar actividades formativas o de investigación, que, por otra parte, difícilmente ofrecen las empresas sanitarias", critica Puig. "Si ahora el fisco quiere castigar al médico por procurarse su formación continuada, dedicando parte de su tiempo libre, mal vamos".