Metges de Catalunya (MC) pide al Departament de Salut que abandone la opacidad con la que está tramando el proceso de reordenación sanitaria de Tarragona, que prevé la creación de un nuevo ente gestor de los servicios sanitarios públicos del territorio, controlado por el Institut Català de la Salut (ICS), la empresa de Gestió i Prestació de Serveis de Salut (GiPSS), entidad pública dependiente de la Generalitat, y la Xarxa Sanitària i Social de Santa Tecla, una agrupación de fundaciones y empresas privadas.
Según ha podido saber el sindicato de fuentes oficiosas, varios jefes de servicio de los hospitales Joan XXIII y Sant Pau i Santa Tecla de Tarragona se han reunido últimamente, a puerta cerrada, para acelerar la redacción de los planes funcionales que deben unificar los servicios de urgencias, rehabilitación, hospitalización domiciliaria, atención continuada y Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Incluso, algunos de estos proyectos, de más de 50 páginas, ya están en manos del Servei Català de la Salut (CatSalut).
MC reprocha a la Administración que actúe de forma "críptica", ocultando información a los trabajadores sanitarios y a los propios médicos adjuntos de los servicios afectados, y le exige "transparencia absoluta", ya que teme que la entrada de capital privado acabe favoreciendo los intereses empresariales en detrimento del servicio público. De hecho, algunas informaciones apuntan a que Salut podría cerrar la atención continuada de los centros de atención primaria (CAP) del ICS del ámbito de Tarragona y dejar solo operativa la de la Xarxa Sanitària i Social de Santa Tecla.
Por otra parte, el sindicato reitera su preocupación –como ya hizo en el caso del futuro ente de Lleida– por el recorte de puestos de trabajo y de servicios que pueda conllevar esta nueva reforma, incluida en los planes de Reordenación Asistencial y Territorial (RAT) de Salut, y reclama al departamento una planificación global, así como una base jurídica específica para desarrollar estos proyectos territoriales de manera homogénea.