Metges de Catalunya (MC) denuncia que el servicio de Urgencias de Salud Mental del Hospital Universitario Santa Maria (HUSM), referente para la atención psiquiátrica de los territorios de Lleida y Pirineos, se encuentra en estado de “decadencia”, con unas infraestructuras “dañadas, insuficientes e inadecuadas” para atender a pacientes con trastornos psicológicos. Según los representantes del sindicato médico en el centro leridano, estas condiciones asistenciales han provocado situaciones de tensión en la prestación de los servicios, ya que la habilitación de camas en pasillos por la falta de recursos disponibles o la contención mecánica de pacientes agitados en espacios comunes, por ejemplo, "agrava el estado de alteración mental de los enfermos y, a la vez, expone a los profesionales a sufrir más riesgos para su propia seguridad".
La falta de recursos, añaden, provoca que se fuercen altas hospitalarias para liberar camas y descongestionar el servicio de Urgencias de Salud Mental, que sólo dispone de tres boxes y dos habitaciones. “Las saturaciones son cada vez más frecuentes. Los pacientes que requieren ingreso deben quedarse en el pasillo durante días, sin ventilación, con un solo aseo compartido”, aseguran los delegados del sindicato médico. “Es totalmente incoherente el discurso público sobre la priorización de la atención a la salud mental y las condiciones en las que debe prestarse esta asistencia”, remarcan.
La organización acusa a la empresa pública Gestión de Servicios Sanitario (GSS), adscrita al Servicio Catalán de la Salud (CatSalut) y gestora del HUSM, de “inacción” ante los requerimientos reiterados de los representantes legales de los trabajadores para mejorar las instalaciones y elaborar un plan director para la reforma del servicio de urgencias que tenga en cuenta el bienestar físico y psicológico de los pacientes y de los propios sanitarios. En este sentido, en los próximos días, MC, CCOO y SATSE presentarán una denuncia conjunta ante Inspección de Trabajo para que evalúe el estado de las instalaciones y determine las medidas necesarias para reducir la exposición de los profesionales a accidentes laborales y riesgos psicosociales.
A la insuficiencia de espacios y su mal estado de conservación se añade el déficit de psiquiatras del HUSM, que MC cifra en siete facultativos menos de los necesarios según la población de referencia del centro (440.000 habitantes). "Es muy difícil incorporar nuevos profesionales, y, si añadimos las condiciones de trabajo, el malestar, la inseguridad y la sobrecarga asistencial, se da el cóctel perfecto para que sea un servicio que genera rechazo", afirma el sindicato.