Las delegadas de Metges de Catalunya (MC) en los hospitales de Bellvitge (L'Hospitalet) y Vall d'Hebron (Barcelona), Teresa Fuentelsaz y Rosa Boyé, respectivamente, han reclamado este jueves más rigor a la hora de seleccionar las personas que deben estar al frente de la gestión de los centros, primando su "preparación" en lugar de sus afinidades políticas, como medida para mejorar la eficiencia.
En una tertulia sanitaria en Ràdio 4, las representantes del sindicato han criticado la “excesiva” politización de la sanidad, debido a que provoca cambios constantes en las gerencias según el color del Govern. "Hace falta gente de nivel que esté capacitada para manejar este tipo de empresas", ha dicho Boyé en referencia a los grandes hospitales.
Las delegadas de MC han coincidido en señalar que es necesario reorganizar el mapa sanitario catalán, pero no con criterios exclusivamente económicos, y han garantizado que los médicos están por la labor de mantener la calidad del sistema, "aunque nadie nos escucha y se toman decisiones [sanitarias] con criterios más económicos y políticos que no asistenciales".
En este sentido, Fuentelsaz, que a su vez es vicepresidenta del sindicato, ha tachado de "impresentable" la actuación del Govern de suprimir más de sesenta puntos de atención continuada (PAC) y dejar pueblos enteros sin médico por las noches, circunstancia que, según ha asegurado, "rompe" la equidad sanitaria.
Por otra parte, ha advertido de que una tercera oleada de recortes en la sanidad pública conllevaría nuevos cierres de plantas hospitalarias, de quirófanos y despidos de personal eventual, que en el caso de los médicos de los hospitales del Institut Català de la Salut (ICS) representan un 16% de la plantilla facultativa.
"Llegamos al absurdo de que están aumentando las listas de espera, de que no podremos atender bien a los pacientes y, además, de que vamos perdiendo profesionales especialistas muy valiosos y muy bien preparados", ha lamentado Fuentelsaz.
Por su parte, Boyé ha exigido al Govern que se replantee la política de recortes sanitarios, para no terminar desmantelando un sistema de salud "excelente y barato", con unos niveles de inversión por debajo de los estándares europeos.