El Juzgado Contencioso Administrativo número 1 de Girona ha dejado sin efecto la amortización de la plaza de jefe de sección de Cirugía Pediátrica del Hospital Doctor Josep Trueta, tal como reclamaba Metges de Catalunya (MC), y ha obligado al centro a readmitir en este cargo a la médica que había ocupado esta plaza hasta el pasado verano, momento en el que el servicio pasó a depender médica y funcionalmente del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona a raíz de un convenio de colaboración.
La sentencia señala que el hospital no informó adecuadamente a la facultativa de las razones concretas que han originado la supresión de su plaza –lo que se conoce en términos jurídicos como ausencia de motivación o motivación defectuosa-, hecho que "resultaba esencial para que la recurrente pudiera hacer una adecuada defensa de sus intereses", sobre todo teniendo en cuenta que tampoco tuvo acceso al expediente de amortización y ni siquiera el centro intentó notificarle la resolución que declaraba amortizado su puesto de trabajo como jefe de sección.
Igualmente, la resolución considera que la amortización debe ser objeto de la "preceptiva negociación sindical", ya que conlleva una "modificación sustantiva con incidencia en la ordenación de las condiciones de trabajo del personal afectado y en la estructura interna del servicio". "No puede obviarse –subraya la sentencia– que la amortización de esta plaza supone la desaparición de un escalón intermedio organizativo con evidente incidencia en el desarrollo normal de la prestación del servicio" y que, por tanto, exige una negociación con los representantes sindicales.
Los servicios jurídicos de MC que han llevado el caso celebran la decisión del juez y recuerdan que el hospital deberá abonar a la médica las diferencias retributivas sufridas desde julio de 2014 hasta el momento en que sea reintegrada a su puesto de trabajo.
El sindicato criticó desde un principio la actuación de la dirección del Trueta, al que reprochó la "falta de diálogo" con los profesionales de la Unidad de Cirugía Pediátrica, y vio en la decisión de amortizar la plaza de su jefa de sección una "ofensa profesional y un descrédito moral" para la doctora que llevaba 25 años ejerciendo en el centro hospitalario gerundense "con una hoja de servicios excelente".