Metges de Catalunya (MC) reitera su rechazo a la transformación del Institut Català de la Salut (ICS) en empresa pública, después de que el Consell Executiu de la Generalitat haya aprobado de nuevo esta reforma. El anteproyecto, que es idéntico al acordado por el tripartito en la anterior legislatura, decayó en el trámite parlamentario, debido al adelanto de las elecciones autonómicas.
El sindicato califica de innecesaria la transformación del ente público de la sanidad, ya que considera que no hace falta modificar el marco legislativo vigente para hacer más eficaz y ágil el sistema sanitario público. MC apuesta por mejorar la gestión e incrementar los recursos.
Para la organización, es inaceptable que el Govern justifique la aprobación de la ley de reforma del ICS en términos de modernización del sector, eficiencia en el uso de los recursos, descentralización y reducción de las listas de espera.
Según MC, estos objetivos ya se pueden conseguir con las leyes actuales, siempre que se gestione con criterio y con la participación del médico y se elabore un Plan de recursos humanos para adecuar las plantillas al fuerte crecimiento demográfico.
Además, tilda de aberrante que la nueva normativa vete la presencia de Metges de Catalunya en los órganos de dirección y de participación de la empresa pública del ICS y sólo dé voz a las dos centrales sindicales de clase no médicas.
Por otra parte y como ya manifestó públicamente el sindicato, la gestión y el control presupuestario del ICS no puede quedar en manos de un consejo de administración, en el que prevalezcan los criterios de rentabilidad por encima de los criterios asistenciales. Por este motivo, pide que sea el Parlamento quien continúe controlando las cuentas del ente público de la sanidad.
Finalmente, Metges de Catalunya lamenta que el Ejecutivo dé luz verde a esta reforma legislativa sin contar con el consenso de todos los partidos políticos del Parlamento. El sindicato pide un esfuerzo para que flexibilicen sus posiciones y aprueben finalmente una ley de todos y no una ley de partido.