Metges de Catalunya (MC) ve con buenos ojos el plan que está ultimando el Govern de la Generalitat para aplicar un gravamen sobre la gasolina con el objetivo de financiar el gasto sanitario, siempre que se realice con transparencia y se explique bien a la población cómo y para qué se va a utilizar la recaudación de este impuesto finalista.
Aún así, MC considera que esta medida es tan solo un "parche" para afrontar, a corto plazo, una situación de emergencia financiera que está afectando la actividad profesional del médico com una falta de recursos humanos y materiales, una sobresaturación del sistema y unas listas de espera extremas.
Por el contrario, el sindicado se opone a la posibilidad de buscar fórmulas de participación del capital privado para financiar la sanidad, tal y como anunció hace unos días la consellera de Sanitat, Marina Geli. Considera que este es un terreno muy peligroso que podría hipotecar, en un futuro próximo, el actual modelo sanitario público, universal, solidario y equitativo.
Metges de Catalunya ya ha propuesto a la consellera la necesidad de consensuar un pacto social por la calidad, la humanización y la sostenibilidad del sistema que incluya un amplio acuerdo entre los gestores, los profesionales sanitarios, los partidos políticos y la ciudadanía. Para MC, hace falta plantearse qué tipo de sanidad queremos y a qué precio y buscar las fórmulas idóneas para hacer sostenible el sistema a largo plazo.
El Departament de Sanitat estima que el déficit sanitario catalán es de unos 3.000 millones de euros, de los cuales 540, corresponden a la desviación presupuestaria de 2003. La consellera Geli calcula que son necesarios 1.200 millones de euros para capitalizar el sistema, sobre todo en inversiones destinadas a los hospitales del Institut Català de la Salut (ICS), y 600 millones de euros para eliminar el déficit de la red concertada.
Ante esta situación, la Generalitat anunció que estaba estudiando tres vías para aumentar los ingresos de la sanidad: la revisión del sistema de financiación autonómica, la participación del capital privado y la instauración de impuestos finalistas, sin descartar el copago en algunas prestaciones.