Metges de Catalunya (MC) tilda de "decepcionante" el nombramiento de Boi Ruiz como nuevo conseller de Salut, al que acusa de "practicar la hostilidad contra los médicos" y de "avivar el distanciamiento con la profesión", desde la dirección de la patronal sanitaria concertada Unió Catalana de Hospitals (UCH).
El secretario general de MC, Antoni Gallego, considera que la designación "es un gran paso para Ruiz, pero un enorme retroceso para la comunidad médica", ya que es uno de los "máximos responsables" de la histórica huelga de 2006 de los médicos catalanes y el "instigador" del bloqueo de las patronales en el Consell de la Professió Mèdica de Catalunya –órgano creado para dar salida al conflicto.
"Estamos muy preocupados –añade Gallego– porque la situación financiera de la sanidad no invita al optimismo y menos con un conseller de empresa, alejado del profesionalismo y con una credibilidad muy baja entre el colectivo".
A pesar de todo, insta a Ruiz a "hacer piña" para consensuar "fórmulas innovadoras" que permitan encarrilar la sanidad hacia una "sostenibilidad duradera, sin agredir los criterios de universalidad, equidad y solidaridad del sistema".
También reclama un catálogo de servicios "adecuado a los presupuestos", porque la sanidad pública debe ofrecer lo que puede sostener: "No podemos estirar más el brazo que la manga, si queremos preservar la excelencia de nuestro modelo", advierte.
Para el secretario general de MC, en este propósito es "imprescindible" la participación del médico como proveedor del conocimiento en el sistema: "Los facultativos debemos pilotar la sanidad desde un convenio médico propio, que recoja las aspiraciones básicas de los profesionales mediante una negociación directa con el Servei Català de la Salut ".
Gallego subraya que la sanidad "sólo tiene futuro si se escucha al médico, pero no si se le ahoga con una telaraña burocrática y administrativa".