El pasado viernes 8 de marzo, el Institut Català de la Salut (ICS) sorprendió a las organizaciones sindicales presentes en la Mesa Sectorial de Negociació de Sanitat anunciando la rotura unilateral de las negociaciones para la implementación de la jornada laboral de 37, 5 horas semanales en cómputo anual que establece la ley 2/2012, de 29 de junio, de Presupuestos Generales del Estado para el año 2012.
Según el ICS, "ha sido imposible llegar a un acuerdo satisfactorio". Por este motivo, la dirección ha dictado la Instrucción 04/2013 que fija una jornada anual efectiva de 1.664 horas para los turnos diurnos y de 1.500 horas para los nocturnos, sin que esta ampliación suponga "ningún incremento retributivo".
Metges de Catalunya (MC) rechaza "de pleno y sin rodeos" la jornada laboral que instaura de forma obligada el ICS con esta instrucción. El sindicato, además, encuentra "deplorable" que la empresa cierre la puerta al proceso de negociación y desprecie a los legítimos representantes de los trabajadores, negándoles la voz y la participación en la consecución del imprescindible consenso democrático.
Como representante del colectivo médico, MC rechaza la posibilidad de realizar doblajes de jornada asistencial, con sobrecargas de trabajo inadmisibles, así como la conversión de la jornada complementaria en jornada ordinaria o los sábados en día laborable.
El sindicato no acepta que se faculte a los directores para aplicar "turnos a capricho" y cualquier otra arbitrariedad relacionada con la jornada laboral, a cuenta de unas horas del cómputo anual acumuladas "para el interés de la empresa" y exigibles a "conveniencia de la dirección".
Del mismo modo, el sindicato exige el "respeto riguroso" de los pactos relativos a la flexibilización horaria de los equipos de Atención Primaria del Institut Català de la Salut de 7 de noviembre de 2007. En este sentido, MC recuerda que la distribución de la jornada se encuentra "plenamente vigente" en virtud de lo establecido en ese mismo pacto.
Apariencia de consenso
Así las cosas, MC considera que el verdadero propósito de la Administración es alterar las condiciones de trabajo y las dotaciones de plantilla aprovechando la orden del gobierno español. La organización afirma que el ICS no tenía "ninguna voluntad de negociación", sólo la necesidad de presentar comunicativamente la decisión con "la apariencia del intento de consenso".
A juicio del sindicato médico, mayoritario en la sanidad catalana, con esta instrucción el ICS pretende modificar parámetros de la organización del trabajo en los centros de salud que "no tienen nada que ver con la aplicación de la ampliación de jornada prevista la ley 2/2012". Lo que se presenta como una simple equivalencia de jornada en cómputo anual, enmascara en realidad el objetivo de "reducir el volumen de personal y la retribución de los profesionales".
En cuanto al capítulo de permisos y licencias que el ICS añade a la negociación de la implementación de la nueva jornada laboral, MC denuncia que se quieran hacer pasar como mejoras o contraprestaciones por el incremento de jornada, medidas de las que ya disfrutan la mayoría de los trabajadores públicos.
Más aún, MC remarca que la organización había pedido la aplicación de estas mismas medidas de conciliación en la propuesta presentada por el sindicato el mismo día que el ICS anunciaba la ruptura unilateral de las negociaciones y publicaba la instrucción regulatoria de jornada.