Metges de Catalunya (MC) exige a las empresas sanitarias que traten la visita no presencial como un acto médico a todos los efectos, con un tiempo asignado para su resolución, y no como una actividad burocrática para incrementar de forma "encubierta" la carga de trabajo a los profesionales. "La virtualidad no puede ser una herramienta que sirva de coartada al sistema para rentabilizar erróneamente la jornada laboral de los médicos", señala el sindicato en un informe que acaba de publicar sobre la telemedicina y las visitas no presenciales.
El trabajo, coordinado por la delegada de MC, Sofía Maseda, sostiene que "no sirve de nada" argumentar que las visitas virtuales reducen un 18% las consultas a los centros, "si con ello [los médicos] diagnosticamos peor o nos equivocamos más" y avala que el diagnóstico y el tratamiento que hace un profesional, ya sea de forma presencial o virtual, es un "acto médico".
Asimismo, el informe reprueba la actuación de las empresas sanitarias que, bajo el pretexto de la autonomía de gestión, han ido introduciendo la visita no presencial en las agendas de los facultativos, sin tener previamente una valoración clínica, deontológica y jurídica, ni ofrecer una formación adecuada a los profesionales.
"Creemos firmemente que antes de implantar cualquier programa de atención médica virtual hay que analizar y evaluar si la calidad de la atención médica se mantiene, si el paciente está satisfecho con la sustitución de la visita presencial por una de virtual y si el profesional domina el procedimiento de este tipo de visitas", proclama.
Por ello, MC se ha dirigido de nuevo a los colegios médicos para pedirles que elaboren un dictamen jurídico y deontológico sobre la telemedicina y las visitas no presenciales y, al mismo tiempo, ha reclamado a las sociedades científicas que redacten unos protocolos clínicos, válidos tanto para la atención hospitalaria como para la atención primaria, "con el objetivo de garantizar los principios científicos y éticos que orientan la buena práctica médica".
Por otra parte, el sindicato ha solicitado al Institut Català de la Salut (ICS), una de las empresas más activas en la implantación de las visitas no presenciales, que detenga el desarrollo y fomento de este nuevo tipo de consultas, hasta que no se resuelvan las deficiencias actuales.
Marco jurídico
El estudio de MC también pone de manifiesto la ausencia de un marco jurídico que regule los actos médicos realizados mediante los sistemas de telemedicina, pese a que la Comisión Europea instó a los Estados miembros a adaptar su normativa antes de 2011, para garantizar la confidencialidad de estos actos y la seguridad de los pacientes.
Además, advierte que la falta de unas directrices y un protocolo de actuación claro para los médicos en la realización de las visitas no presenciales, "podría derivar en responsabilidades profesionales, si se demostrara que el médico no ha seguido las actuaciones médicas que eran razonablemente de esperar en un caso concreto, según la lex artis".
Otro de los aspectos que subraya el informe es el requisito que los profesionales dispongan de "las herramientas, los procedimientos y la formación necesaria" para obtener el consentimiento expreso y por escrito de los pacientes con relación al tratamiento de sus datos en un entorno no presencial. A modo de ejemplo, el documento expone el riesgo que conlleva la práctica cada vez más habitual en algunos hospitales del ICS de programar visitas médicas preoperatorias virtuales para determinados procedimientos quirúrgicos.
En este sentido, alerta de que el uso del teléfono para valorar, indicar o informar de un acto anestésico puede "transgredir" la ley de la autonomía del paciente, información y confidencialidad de datos, puesto que no existen los procedimientos necesarios para garantizar la mutua identificación de médico y enfermo, y, a su vez, puede provocar errores médicos por la ausencia de una inspección y exploración médica, entre otros factores.
El sindicato ha creado una comisión de trabajo, dirigida por Maseda, para ampliar y hacer el seguimiento de la implantación de la telemedicina y las visitas no presenciales en la red sanitaria catalana.