Metges de Catalunya (MC) manifiesta su preocupación porque el nuevo ente que gestionará los recursos asistenciales de titularidad pública de Lleida acarree un recorte de puestos de trabajo y de servicios "imprescindibles para una atención sanitaria de calidad", así como una pérdida de transparencia en los procesos de contratación.
El sindicato advierte del peligro de que la reestructuración que ha encargado el Govern al Servei Català de la Salut (CatSalut) para unificar toda la sanidad pública de Ponent acabe afectando laboralmente a los 4.000 profesionales que agrupará el nuevo organismo, ya que teme que la Generalitat “aproveche la fusión para reducir el gasto, recortando plantillas y guardias, y suprimiendo derechos adquiridos de antigüedad y de carrera profesional".
Además, alerta de que la laboralización de los nuevos contratos puede poner en duda la transparencia de los procesos de selección de personal, en el caso de que el nuevo ente anteponga la "valoración subjetiva" de la competencia profesional a los fundamentos clásicos de la contratación pública basados en los principios de “igualdad, mérito, capacidad y publicidad.
Respecto a la coexistencia de profesionales con diferentes regímenes de contratación (personal funcionario, estatutario y laboral) en el seno del nuevo organismo, MC cree que se deben "homogeneizar" las condiciones laborales de los trabajadores, "independientemente de cuál sea su empresa de procedencia", y propone establecer un "convenio médico" para los facultativos que reconozca su especificidad.
Por otra parte, el sindicato considera un "error" implantar una nueva entidad para fusionar los recursos sanitarios públicos de Lleida, "en lugar de simplificar estructuras e integrar estos servicios de salud en el ICS". En este sentido, apunta que la sanidad catalana ya tiene actualmente siete empresas públicas y se muestra convencido de que la proliferación de nuevos entes "solo responde, por una parte, a la facilidad de colocar cargos a dedo y, por otra, a la posibilidad de eludir los mecanismos de control administrativos del gasto público".
Finalmente, el sindicato censura la actuación del Govern por haber iniciado este proceso “sin abrir un diálogo previo con los profesionales y sus representantes sindicales”.
Plazos
El ejecutivo catalán, que ha aprobado este martes el proyecto de unificación de gestión de los centros sanitarios públicos leridanos, ha dado un plazo de seis meses al CatSalut para concretar la fusión.
El nuevo organismo territorial –muy probablemente un consorcio– tendrá un presupuesto de unos 280 millones de euros anuales y gestionará el Hospital Arnau de Vilanova y la atención primaria, sociosanitaria y de salud mental del ICS de la región sanitaria de Lleida, el Hospital Santa Maria también de Lleida y el Hospital Comarcal del Pallars, en Tremp, estos dos últimos centros de la empresa pública Gestió de serveis Sanitaris (GSS). También contará con la participación del Institut de Recerca Biomèdica de Lleida (IRB).
De momento, la Generalitat no se plantea integrar la atención sanitaria del Alt Pirineu, aunque no lo descarta. Sí que quedan fuera de esta prueba piloto los servicios asistenciales de la comarca del Vall d’Aran.