El secretario general de Metges de Catalunya (MC), Josep Maria Puig, ha cargado una vez más contra los gestores sanitarios que, durante la última década, han debilitado notablemente un sistema de salud público, que ahora se tiene que enfrentar a una emergencia sanitaria colosal provocada por el coronavirus SARS-CoV-2. "Sabiendo como sabían que el personal sanitario era escaso, nos han puesto a los pies de los caballos, abatidos e inseguros. Nos han dejado sin defensas efectivas contra el contagio del virus ", ha afirmado este miércoles en una entrevista a El País. "Los recortes han dejado hospitales sin tecnología, sin estructura suficiente, sin la formación necesaria para afrontar todo esto –ha añadido–. Se han llenado la boca diciendo que la sanidad pública era la joya de la corona, pero esta joya se ha convertido en una pieza de bisutería brillante. La han vaciado de contenido".
Pese a ello, Puig ha reconocido que es "imposible" tener una red sanitaria preparada para un escenario como el actual, pero ha puntualizado que "una cosa es no tener un sistema sobredimensionado por si acaso, y otra es tener un sistema que ya funciona al 100% en una situación normal y que, cuando llega una epidemia de gripe, lo desestabiliza". En este sentido, ha remarcado la escasez de camas de cuidados intensivos que tiene Catalunya respecto a otros países de su entorno, como Alemania: "Nosotros tenemos ocho camas de UCI por cada 100.000 habitantes y ellos tienen 29. La crisis sanitaria ha puesto sobre la mesa el mal que han hecho los recortes ", ha remachado.
El dirigente sindical ha explicado que el colectivo médico ha sido la "voz de la conciencia" del sistema en época de recortes "escandalosos", alertando del riesgo del colapso del sistema, "pero los dirigentes políticos no nos han escuchado, nos han menospreciado sin contemplaciones". Ante esta situación, el futuro no es demasiado esperanzador para Puig. "Se da una situación contradictoria y poco tranquilizadora: aquellos que nos han llevado al adelgazamiento y la precariedad del sistema son los que nos tienen que sacar de este problema. Que Dios nos coja confesados", ha exclamado.
Esta pandemia debería provocar el derrumbe moral y social de los responsables de la erosión de la sanidad pública –ha proclamado–. Es gente que debería estar inhabilitada para ejercer cargos públicos, porque han demostrado que no tienen ni idea y han dejado un sistema de salud pública a los pies de los caballos".