Metges de Catalunya (MC) hace un “llamamiento urgente” al personal facultativo de la red de atención primaria para que “priorice en sus agendas las consultas de valor clínico y no burocrático”, ante el alud de peticiones de bajas laborales por COVID -19 que están desbordando en estos momentos los centros de salud –este lunes había 123.406 solicitudes abiertas, según datos del Departament de Salut.
El sindicato pide al colectivo que “atienda preferentemente a los pacientes (presenciales o telemáticos) citados en las agendas y enfermos con COVID-19, y posponga la gestión de las bajas hasta la conclusión de las visitas, siempre que sea posible y sin sobrepasar la jornada laboral establecida”. En caso contrario, aconseja a los profesionales que "trasladen las consultas no resueltas y las bajas laborales pendientes a las direcciones de los equipos de atención primaria (EAP) para que se reprogramen".
Por otro lado, y en el actual contexto pandémico con una alta incidencia de contagios causados por la variante dominante ómicron, la organización insta a las administraciones a establecer “medidas extraordinarias para liberar temporalmente al colectivo médico de los trámites administrativos derivados de la validación de las bajas laborales, a fin de no bloquear su capacidad asistencial”.
En este sentido, aboga por instaurar, de forma extraordinaria, la “declaración autoresponsable”, mediante la cual la persona afectada por COVID-19 podría tramitar la baja laboral directamente con su empresa, sin necesidad de utilizar los recursos sanitarios “extremadamente castigados” y asfixiados por la falta de personal”.
Alta diferida
Con respecto al anuncio que ha hecho este miércoles la secretaria del Departament de Salut, Meritxell Masó, sobre la puesta en marcha de un mecanismo para automatizar la “alta diferida” al cabo de siete días de tramitar la baja laboral por COVID-19, el sindicato asegura que la medida “no resolverá el colapso de las consultas, ya que seguirá siendo el personal facultativo quien deberá supervisar y autorizar antes las bajas, reduciéndose considerablemente el tiempo asistencial del que dispone para atender a sus pacientes”. Además, advierte que las incidencias derivadas de este nuevo sistema tendrán que ser reconducidas desde la propia atención primaria y, por tanto, se añadirán a la carga de trabajo de los centros.
Con todo y con eso, el sindicato reitera que la “única receta para evitar el derrumbe total tanto del primer nivel asistencial como del sistema sanitario público en general es incrementar notablemente los recursos humanos y materiales, y mejorar las condiciones laborales de los profesionales para retener al talento médico”.