Metges de Catalunya (MC) rechaza la decisión del gobierno español de restringir el acceso a la sanidad a los inmigrantes sin papeles, tal como establece el decreto ley aprobado el pasado 20 de abril, y defiende una atención médica "sin fronteras" para no destruir el derecho fundamental a la salud pública.
El vicepresidente del sindicato, Francesc Duch, considera que la medida del Ejecutivo central de retirar la atención médica (excepto la urgente) a los extranjeros que se encuentran en una situación irregular en el Estado es un "error", tanto desde un punto de vista ético como sanitario, "ya que se pueden romper las barreras epidemiológicas".
Duch advierte que la implantación de "fronteras asistenciales" dentro de una sociedad puede tener "repercusiones graves" en el control de enfermedades infecciosas de reservorio humano, como la tuberculosis o el virus del sida, con el consiguiente perjuicio social.
Además, remarca que la atención preventiva es mucho más "eficiente" que la grave y, a la larga, repercute en un "mayor ahorro del gasto sanitario".
El decreto ley sobre salud del gobierno español para reducir 7.000 millones de euros, establece, entre otras medidas, que los extranjeros "no registrados ni autorizados como residentes en España" sólo tendrán garantizada la"asistencia de urgencia por enfermedad grave o accidente, por embarazo, parto y posparto", y, en el caso de los extranjeros menores de 18 años, recibirán atención médica "en las mismas condiciones que los españoles".