MC duda de la reactivación del Consell de la Professió Mèdica de Catalunya

Metges de Catalunya (MC) se muestra abierto a intensificar el diálogo con el Departament de Salut para llegar a acuerdos concretos que permitan mejorar la maltrecha situación laboral y profesional del colectivo médico, pero duda de que la fórmula más idónea sea reactivando el Consell de la Professió Mèdica de Catalunya (CPMC), tal como pretende hacer el conseller de Salut, Antoni Comín.

El secretario general del sindicato, Josep Maria Puig, cree que es "poco aconsejable" resucitar este órgano de consulta y participación médica, que dio respuesta a la huelga histórica de médicos convocada en el año 2006 por MC, si los acuerdos que se adoptan no son vinculantes, como ya sucedió en la primera etapa, y si se mantiene la “estructura mastodóntica" inicial con casi una treintena de representantes de la administración sanitaria, colegios profesionales, facultades de medicina, sociedades científicas, patronales y sindicatos.

"No queremos jugar la segunda parte de este partido con las mismas reglas y dificultades de operatividad que vaciaron de contenido el Consell de la Professió Mèdica", afirma Puig, que recuerda que "la confianza es un estado de ánimo precario y transitorio, a menos que se alimente de resultados palpables". Por este motivo, insiste en extender la mano a Salut, "pero no para mantener distraída a la profesión, sino para mejorar realmente sus condiciones laborales y profesionales".

A su juicio, sería un "error" reeditar la "historia de un fracaso anunciado". "Estamos obligados –añade– a redefinir y rediseñar el Consell de la Professió Mèdica por el bien de los profesionales y de la sanidad en general. Ya hemos perdido demasiado tiempo y hemos invertido muchos esfuerzos para no llegar a ninguna parte".

Informes
"Análisis de las retribuciones médicas" y "La necesidad de médicos en el sistema sanitario catalán. Causas y soluciones" fueron dos de los grandes informes que elaboró ​​el CPMC durante su primera singladura. En estos trabajos, se concluyó que los facultativos de la sanidad pública y concertada de Catalunya cobraban el salario fijo más bajo del Estado, si bien su nivel retributivo aumentaba con los incentivos variables y la carrera profesional, hasta situarse en una franja intermedia en comparación con el resto de comunidades autónomas.

Además, se puso de manifiesto la falta de médicos en la sanidad catalana, sobre todo en las especialidades de anestesiología, pediatría, psiquiatría, radiología y ginecología en el ámbito hospitalario comarcal, y de medicina familiar y comunitaria en el entorno rural.

La mayor parte de las conclusiones y recomendaciones de estos dos informes y del resto de trabajos que redactó el CPMC cayeron en el olvido y no se llegaron a trasladar a la realidad laboral y profesional del colectivo médico.