La nueva vicepresidenta de Metges de Catalunya (MC) y delegada en el Hospital Josep Trueta de Girona, Núria Estanyol, ha reclamado este jueves al Departament de Salut más recursos para la unidad de cuidados intensivos (UCI) pediátrica y de neonatología del centro "porque nos va la salud de nuestros enfermos", en referencia a la falta de espacio, de material y de personal que sufre la plantilla.
En una atención a los medios de comunicación a las puertas del hospital, Estanyol ha advertido que no valen las excusas de falta de nuevos presupuestos para 2016 y ha exigido a los responsables sanitarios que "no prorroguen" la precariedad de las condiciones laborales de estas dos unidades, que hace más de 30 años que no reciben fondos para poner al día sus instalaciones. "No podemos ser segundo plato. Somos el tercer hospital de Catalunya en número de ingresos en neonatología, uno de los cinco centros hospitalarios con UCI pediátrica y, por tanto, nos merecemos tener los mismos recursos que los demás", ha espetado.
Según ha explicado, la situación llega a ser tan insostenible que, incluso, se pone en cuestión la seguridad de algunos tratamientos. "Necesitamos una reforma total, no queremos las obras menores que propone la dirección del centro. Son insuficientes. Queremos una UCI nueva bien dotada", ha reivindicado.
Mientras Estanyol hacía estas declaraciones, más de un centenar de personas, entre profesionales sanitarios y pacientes, protestaban a la entrada del hospital para reclamar mejoras, con una pancarta donde se podía leer "Por una UCI neonatal y pediátrica digna". A su lado, un grupo de niños portaba otra más pequeña con el lema "Por los mismos derechos que un adulto". La protesta se ha hecho coincidir con la visita del conseller de Salut, Antoni Comín, al centro que ha escuchado las quejas de los concentrados.
SOS
La semana pasada, unos setenta trabajadores de la UCI pediátrica y de la unidad de neonatología del Trueta hicieron público una carta dirigida a la gerencia del hospital, en la que denunciaban el mal estado de las instalaciones, como consecuencia de un "abandono crónico" de estos servicios por parte de los responsables del centro.
Los profesionales señalaban en el escrito que la atención a usuarios y familias dependía del "continuo sobreesfuerzo del personal", ya que los espacios "son insuficientes y no cumplen las recomendaciones de las sociedades científicas ni del Ministerio de Sanidad".
