Los avisos que viene dando Metges de Catalunya (MC) desde hace tiempo sobre la situación agónica y casi irreversible de la atención primaria se extienden por la sanidad española. Las ocho entidades que conforman el Foro de Atención Primaria han alertado recientemente de que el primer nivel asistencial podría desaparecer, si no hay más inversión y un cambio de modelo que ponga fin a la situación de colapso permanente, y a la precariedad que sufren sus profesionales.
El diagnóstico que han realizado estas organizaciones, entre las que se encuentran las sociedades científicas de medicina familiar y comunitaria, y de pediatría, coincide plenamente con las señales de socorro que ha enviado MC al Departament de Salut y a las empresas sanitarias en múltiples ocasiones: la atención primaria sufre una crisis gravísima tras el desgaste provocado por la pandemia de la COVID-19 que hace imprescindible la adopción de medidas urgentes.
Así, advierten que las malas condiciones y la saturación que vive el primer nivel asistencial desde antes de la pandemia “se están cronificando frente a la ausencia de decisiones e inversiones que promuevan un cambio real de la situación por parte del gobierno central y las comunidades autónomas”.
Reclaman "presupuestos, inversión y plazos", una política de personal adecuada con un aumento de plantillas y la erradicación de la precariedad laboral. "Necesitamos una inversión real en sanidad para alcanzar un presupuesto finalista para la atención primaria", señalan. Además, reivindican la eliminación de la burocracia en las consultas de los centros de salud y un plan de sustituciones para cubrir las ausencias de personal.
Como ya ha expresado también MC, las organizaciones coinciden en afirmar que la atención primaria "ha sido maltratada de manera sistemática" y que hay que hacerla atractiva en cuanto a remuneraciones, condiciones laborales, capacidad de resolución e investigación para atraer a las nuevas generaciones de profesionales de la medicina. En este sentido, piden que tenga un mayor peso dentro de los currículos formativos del grado universitario.
Tampoco se olvidan de reclamar que el médico y la médica de familia tenga acceso a las pruebas diagnósticas y que no se pongan barreras administrativas a la prescripción, ya que, de este modo, la capacidad de resolución del profesional aumentaría y sería coste-efectiva.
En conclusión, proponen crear un “buen entorno laboral”, con incentivos y reconocimiento profesional, y dotar a los centros de medios y recursos. Según estimaciones de la Organización Médica Colegial (OMC), una de las entidades integrantes del Foro de Atención Primaria, el primer nivel asistencial necesitaría incorporar a más de 6.000 facultativos y facultativas, con un coste de 358 millones de euros, para redistribuir más equilibradamente el contingente de pacientes.