El secretario general de Metges de Catalunya (MC), Xavier Lleonart, ha cargado este viernes contra el Govern, al que acusa de no decir la verdad cuando afirma que la salud es una prioridad del ejecutivo catalán. “Sin duda que miente. Es una cuestión de datos objetivos. En el gasto de salud per cápita estamos al mismo nivel que en 2010, y han pasado 12 años. En 2010 se destinaba a Salut aproximadamente la tercera parte del presupuesto de la Generalitat y ahora solo el 26%. Esto son evidencias, sería una prioridad si realmente se hubiera mantenido o incrementado el esfuerzo”, ha argumentado en una entrevista a Redacción Médica.
A su juicio, el escenario de futuro es "súper alarmante", ya que considera que la sanidad catalana, al igual que la española, está en un punto de no retorno. "Tenemos la impresión de que la Administración y los políticos piensan que, cuando termine la pandemia, podrán tocar una tecla y volver al punto de salida, en diciembre de 2019, y esto es imposible", ha afirmado. "La pandemia ha dejado una serie de heridas y de cicatrices que hará imposible que la sociedad vuelva, como si nada hubiera pasado, al punto justo anterior a la pandemia", ha añadido, en referencia a la situación ruinosa provocada por una década de recortes.
Ante esto, ha proyectado dos posibles salidas. La primera, que los responsables sanitarios se sienten con los profesionales para planificar el sistema sanitario pospandémico, detectar las necesidades de la plantilla y ajustarlas al nuevo entorno, y la segunda, que intenten cronificar el sobreesfuerzo que está realizando el personal para contrarrestar la falta de recursos humanos y materiales. Si es así, ha advertido, podría estallar una "revuelta" de batas blancas.
Lleonart ha criticado el poco interés que demuestran los gobiernos por planificar la sanidad a medio y largo plazo, y ha censurado la política habitual del después de un día viene otro. “La sensación es que mientras puedan acabar una legislatura, el que venga detrás ya le pondrá remedio si lo ve oportuno. No hay ninguna voluntad de hacer una planificación seria”, ha lamentado.
Para el dirigente sindical, una de las víctimas de esta gestión sanitaria "deficiente" es la atención primaria, "de la que estábamos tan orgullosos, pero ya prácticamente solo quedan los restos porque está completamente destruida".