El Consorci Sanitari de Terrassa (CST), empresa pública que gestiona el Hospital de Terrassa, una unidad hospitalaria penitenciaria, siete centros de atención primaria (CAP) y varios centros de salud mental y de atención sociosanitaria del Vallès Occidental, ha iniciado las negociaciones con el Departament de Salut para establecer un plan de reequilibrio económico después de que el ente haya cerrado el 2015 con un déficit de 5 millones de euros. Este nuevo plan de ajuste prevé un recorte de 3,5 millones que recaería sobre la plantilla del CST.
El vicesecretario general de Metges de Catalunya (MC) y presidente del comité de empresa del CST, Xavier Lleonart, ha manifestado el rechazo de los trabajadores a aceptar más recortes y ha alertado de que, en caso de que sean impuestas, "lo encenderemos todo". El comité ha hecho público un documento en el que detalla los ajustes salariales aplicados a la plantilla desde el año 2010. Según esta información, en cinco años, los empleados habrían "cedido" a la empresa 36,8 millones de euros que se derivan del recorte directa del 5% del sueldo, la supresión de una paga extra en 2012 que, a diferencia de otras empresas públicas, no ha sido devuelta y la reducción de complementos variables y otros conceptos que los trabajadores pactaron los años 2013 y 2014 para hacer frente a la reducción del presupuesto decretada por el Departament de Salut.
Lleonart señala que la pérdida de financiación pública que ha sufrido el CST desde el año 2010 es de "aproximadamente 40 millones de euros". Es por eso que asegura que el esfuerzo realizado por los trabajadores ya ha compensado las restricciones a las que se ha visto abocado el ente público. "No nos pueden pedir más, ahora se deben exigir responsabilidades y tomar decisiones respecto a la gestión que nos ha llevado hasta esta situación", remarca el presidente del comité.
El objetivo de la dirección del CST es negociar con Salut un aumento de la actividad asistencial contratada equivalente a 2,3 millones, además de solicitar un aporte extra de 3,2 millones que ayude a cuadrar las cuentas y reducir el déficit de más de 30 millones acumulado por la empresa desde su fundación en 1988. Además de estas medidas, el CST pretende aplicar un plan de reorganización de la plantilla consistente en la revisión de las jornadas laborales y los horarios y en la no sustitución de los empleados que opten por abandonar de forma voluntaria su puesto de trabajo. Con este plan, la empresa se propone cubrir los 3,5 millones adicionales que necesita para no cerrar el ejercicio de este año con déficit.
Los trabajadores apoyan a la empresa en la reivindicación de la mejora de la financiación que recibe de la Administración, pero se niegan a que el plan incluya medidas que impacten sobre sus condiciones laborales y retributivas. "Podemos hacer más actividad y podemos recuperar aquella que se ha cedido o externalizado a otras empresas, podemos trabajar para que el hospital suba de nivel y tenga acceso a más recursos, pero no podemos tolerar que los ajustes vuelvan a recaer, aunque sea parcialmente, en los trabajadores ", sentencia Lleonart.
Contacto con el consejero
En previsión de que Salut pida más medidas de ajuste en el CST, el comité del hospital de Terrassa ha dirigido una carta abierta al consejero, Antoni Comín, al que también ha solicitado una reunión. Los representantes de los trabajadores cuestionan a Comín por qué el CST es el único centro de la red sanitaria concertada en el que se negocian nuevos recortes "si no es el único que presenta déficit".
En este sentido, el comité de empresa ha trasladado al consejero datos de los informes de auditoría y cuentas de resultados de los centros concertados con desequilibrio económico. Según esta información, mientras en diciembre de 2014 la deuda acumulada del CST era de 30,6 millones de euros, otros centros relevantes también presentaban cuentas negativas: Consorcio Sanitario del Garraf, 8,8 millones; Consorcio Sanitario del Maresme, 12,6 millones; Corporación Sanitaria Parc Taulí, 24,9 millones de euros; Consorcio Mar Parque de Salud de Barcelona, 59 millones; Hospital de Sant Pau, 287 millones.
Con estos datos en la mano, los trabajadores preguntan a Comín qué hace que el CST sea diferente a otras empresas públicas y consorcios y avisan de que cualquier medida que afecte sólo a los trabajadores del CST por motivo del déficit sería "altamente discriminatoria".
En su escrito, el comité recuerda al consejero que los resultados del CST en términos de indicadores de salud se encuentran por encima de la media de la red concertada. Por ello, recalcan, "no se puede castigar a quien hace bien el trabajo" sino que las responsabilidades se deben pedir "a quien no ha hecho su trabajo o lo ha hecho mal".
A finales de mes, el CST prevé presentar a la plantilla su propuesta de plan de reequilibrio, una vez haya acordado la revisión de las condiciones económicas con el Departament de Salut.