Metges de Catalunya (MC) elogia la valentía de la Junta de Jefes de Servicio y la Junta Clínica del Hospital de Bellvitge (Barcelona) que, en unos escritos dirigidos al director gerente y al director médico del centro, respectivamente, denuncian el riesgo de "degradación" de la asistencia, debido a los continuos recortes presupuestarios a los que deben hacer frente y a los que se podría sumar un nuevo tijeretazo de 11 millones de euros sobre la asignación prevista para este año.
El sindicato se adhiere al profundo malestar de los profesionales e insta a los mandos médicos del resto de hospitales a revelar la complicada situación por la que atraviesa la sanidad pública catalana, "aunque esta actitud conlleve un cierto grado de confrontación con las gerencias".
La delegada de MC en el hospital, Teresa Fuentelsaz, alerta que, con relación a los facultativos, el nuevo ajuste supondrá la disminución de la jornada de los contratos temporales, que pasarán a ser de 25 horas semanales, y la reducción del 33% de la retribución de los médicos eventuales que, en la práctica, supondrá un sueldo de 1.000 euros mensuales.
Asimismo, asegura que, entre los planes de ahorro del centro, también se encuentra la opción de mermar el personal de guardia, que actualmente ya es "insuficiente". "Ante estos nuevos ajustes, los médicos nos vemos incapaces de mantener la calidad asistencial", lamenta Fuentelsaz. Además, advierte que los recortes reducirán las actividades de investigación y docencia que "son propias de un hospital universitario y representan su valor añadido".
En los escritos de la Junta de Jefes de Servicio y de la Junta Clínica de Bellvitge, de los que se ha hecho eco este lunes el diario digital Crónica Global, los profesionales sanitarios se muestran sorprendidos ante el anuncio de un nuevo tijeretazo, "dado que en los últimos meses las conselleries de Salut y de Economia i Coneixement han manifestado públicamente que este año no habría recortes adicionales en los presupuestos".
"Es nuestro convencimiento –añaden– que la nueva reducción presupuestaria prevista para este ejercicio afectará la asistencia que presta nuestro hospital hasta unos niveles que ya rebasan el mínimo razonable, en aspectos como la prolongación injustificable de las listas de espera quirúrgicas para patologías graves malignas y no malignas, el retraso de las exploraciones complementarias imprescindibles para su correcto diagnóstico y la reducción de la dotación de personal para la atención continuada".
Por otra parte, afirman que la progresiva "descapitalización" del Institut Català de la Salut (ICS), junto con la precarización de la plantilla –un 46% de los facultativos del hospital son interinos o eventuales– y la reducción del número de quirófanos y de camas, dibujan un "panorama desolador para todos aquellos que creemos en la sanidad pública". "Todo parece indicar que las reducciones presupuestarias aplicadas y las que ahora se proponen van más allá de lo que se podría considerar un plan de viabilidad y pueden deteriorar de manera irreversible lo conseguido con el esfuerzo continuado de muchos profesionales", avisan.
Por todos estos motivos, los representantes de la Junta de Jefes de Servicio y la Junta Clínica, conscientes de su responsabilidad, expresan su "absoluto desacuerdo" con la nueva reducción presupuestaria y piden al ICS que reconsidere su decisión.
La protesta de los mandos médicos del Hospital de Bellvitge se suma a la que ya protagonizaron el pasado mes de marzo los jefes de servicio del Hospital Joan XXIII de Tarragona, que en una carta dirigida al gerente territorial del ICS del Campo de Tarragona y Tierras del Ebro, Pere Ángel Montserrat, reclamaban mejoras urgentes para preservar la calidad sanitaria del centro.