La pandemia de la COVID-19 está pasando factura a las listas de espera. Solo en los cinco primeros meses de 2022, el número de personas que esperan una llamada del hospital para ser intervenidas quirúrgicamente se ha incrementado en 12.091 nuevos pacientes (+7,5%), según los datos que publica periódicamente el Servei Català de la Salut (CatSalut) en su página web.
Para hacer frente al aumento de estas demoras que se han agravado desde la irrupción de la emergencia sanitaria y poder alcanzar el objetivo del Departament de Salut de reducirlas lo antes posible, la figura del especialista en anestesiología es capital, pero la situación es problemática en muchos hospitales debido a la falta de efectivos, advierte Metges de Catalunya (MC).
Esta dificultad se acentúa ya que, en muchos centros hospitalarios, han crecido los gabinetes de pruebas diagnósticas y terapéuticas (aparato digestivo, neumología, electrofisiología cardíaca, implantes transcatéteres de prótesis valvulares aórticas-TAVI, radiología intervencionista y trombectomías, etc.) externos al área quirúrgica que requieren la presencia de estos especialistas.
El sindicato critica que las direcciones sanitarias "apelen de nuevo a la profesionalidad y responsabilidad del personal médico con la sociedad para hacer el enésimo sobreesfuerzo y sacar adelante las listas de espera quirúrgica con unas plantillas esqueléticas". Así, asegura que la recuperación de la normalidad post pandemia "no se puede sustentar en el doblaje de turnos, en no respetar los descansos necesarios y en unas retribuciones irrisorias".
De hecho, la organización apunta que algunos especialistas han decidido hacer las maletas o se están planteando dejar la sanidad pública, arrastrados por la sobrecarga de trabajo "insoportable" y el exceso de guardias que deben realizar. La falta de anestesiólogos es especialmente alarmante en los centros hospitalarios alejados del área metropolitana de Barcelona como el Hospital Arnau de Vilanova (Lleida), el Hospital Josep Trueta (Girona), el Hospital Santa Caterina (Girona), el Hospital Mutua de Terrassa y el Hospital Germans Trias i Pujol (Badalona), así como el Hospital Joan XXIII (Tarragona), el Hospital de El Vendrell, el Hospital de Sant Boi o el Pius Hospital de Valls, entre muchos otros.
El Institut Català de la Salud (ICS), en su Plan de Ordenación de Recursos Humanos (PORH) 2022-2026, ya reconoce la anestesiología como una de las especialidades facultativas más deficitarias en sus centros y el Ministerio de Sanidad, en su informe Oferta-Necesidad de Especialistas Médicos 2021-2035, prevé un déficit de profesionales de esta especialidad en los próximos años que, según los expertos, coincide con una de las de mayor necesidad futura.
Ante esta problemática, MC pide a las instituciones sanitarias que mejoren las condiciones de trabajo del colectivo anestesiólogo, con un mayor reconocimiento, respeto y buenas perspectivas de futuro, a fin de poder ofrecer una asistencia basada en la innovación y las últimas evidencias científicas.
Además, insta a la Administración y a las empresas sanitarias a buscar fórmulas que permitan incentivar las plazas de anestesiología de fuera de la ciudad Barcelona para atraer el talento joven y fidelizar las plantillas del personal facultativo adjunto. "Se necesitan medidas transformadoras urgentes porque los equipos de anestesiología de la mayoría de los hospitales están agonizando", concluye el sindicato.