Metges de Catalunya (MC) ha puesto cifras al déficit de facultativos que arrastra la atención primaria desde 2010, año en el que empezaron los recortes sanitarios. Coincidiendo con la reunión de la Comisión de Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud que ha presidido este lunes la ministra de Sanidad, Mónica García, para abordar la carencia de profesionales en el primer nivel asistencial, el sindicato ha calculado que en la sanidad pública catalana serían necesarios otros 1.600 facultativos de atención primaria para recuperar la misma proporción de profesionales médicos que había en 2010.
Y es que, según datos del Consejo de Dirección del Instituto Catalán de Salud (ICS), entidad pública que gestiona el 80% de los CAP del territorio, a fecha de octubre de 2023 había 6.389 facultativos de atención primaria en Cataluña, mientras que en diciembre de 2010 eran 6.645. Trece años después y habiendo sufrido las consecuencias de una pandemia, todavía hay 256 facultativos menos en el primer nivel de salud.
Además, los médicos y médicas de los CAP asumen un 8% más de visitas anuales (26.180.290 de consultas en 2010 frente a 28.303.861 en 2022), lo que se traduce en un incremento de 500 visitas más al año por facultativo. Esto teniendo en cuenta que también se ha producido un crecimiento del 3% en la cantidad de población asignada a los equipos de atención primaria (7.653.253 personas en 2022) con una frecuentación de 7,8 visitas anuales por persona, mientras que en 2010 era de 6,3.
En este sentido, MC recuerda que las visitas son ahora más complejas, debido al envejecimiento de la población y la prevalencia de enfermedades crónicas —el índice de envejecimiento en Cataluña ha crecido un 29% entre los años 2010 y 2023, según datos del IDESCAT—, y que la tendencia al alza de las patologías de salud mental se traduce también en una mayor frecuentación de la población comprendida entre los 20 y 55 años.
Alud de jubilaciones
La previsión de jubilación de 941 especialistas en medicina familiar y comunitaria (MFiC) entre los años 2022 y 2026, según el Plan de Ordenación de Recursos Humanos (PORH) del ICS, añade mayor tensión a las plantillas, ya que no todos los residentes que se forman en esta especialidad se quedan en el sistema una vez terminan el MIR. De hecho, el 40% de los facultativos en formación no siguen trabajando en centros de atención primaria del ICS después de alcanzar el título de especialista, según datos de la propia empresa pública. A este hecho hay que añadir que en las dos últimas convocatorias no se han podido cubrir todas las plazas MIR de medicina de familia —Cataluña cuenta este año con 56 residentes de MFyC menos de los que tenía previstos- por la falta de interés por la especialidad de los nuevos graduados.
En declaraciones a SER Catalunya, el vicesecretario general de MC, David Arribas, ha asegurado que la baja fidelización de los residentes se debe a que el sistema "no es tentador" y ha hecho un llamamiento a corregir los factores que tiran para atrás a los jóvenes facultativos a la hora de elegir la especialidad de MFyC, como son la sobrecarga asistencial, los problemas de conciliación y las pocas oportunidades para la investigación médica.