Metges de Catalunya (MC) conmemora un año más el Día Mundial de la Salud Mental, que se celebra cada 10 de octubre desde el año 1992, con el objetivo de concienciar a la sociedad sobre los problemas de salud mental, movilizar esfuerzos en apoyo de estos, luchar contra su estigmatización y promover iniciativas que mejoren la atención.
Bajo el lema Trabajo y salud mental, un vínculo fundamental, este año se ha puesto el foco en la necesidad de priorizar la salud mental en el ámbito laboral, siendo esta la temática internacional marcada por la Federación Mundial por la Salud Mental (WFMH, por sus siglas en inglés). Y es que disponer de unas condiciones de trabajo favorables mejora notablemente la salud mental de las personas, puesto que ofrecen estabilidad y bienestar al trabajador o trabajadora.
“La sobrecarga laboral, las jornadas excesivas y el mal ambiente laboral son factores de riesgo, ya que generan un malestar y un agotamiento que, si no se resuelven, se cronifican”, subraya la psicóloga clínica y secretaria de la Agrupación de Psicólogos de MC, Xelo Casado. “No disponer de unas condiciones laborales que favorezcan el bienestar y la estabilidad de los profesionales puede provocar varios problemas psicológicos, como trastornos cognitivos, alimentarios, adicciones, cambios de conducta o baja autoestima, entre otros”, añade la también psicóloga clínica e interventora de la Agrupación, Anna Robert.
Según datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, en 2023 España batió su récord de bajas laborales relacionadas con trastornos mentales y de comportamiento al registrar casi 600.000, un 15,8% más que el año anterior, siendo Cataluña la comunidad autónoma más afectada. Este dato se ha duplicado en tan solo siete años, motivo por el cual cada vez urge más aplicar medidas que garanticen un entorno laboral seguro que proteja la salud, tanto física como mental, de los trabajadores y trabajadoras.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el colectivo médico es uno de los más afectados por trastornos mentales, sobre todo después de la pandemia, motivo por el cual se han triplicado las consultas psicológicas. De hecho, la Fundación Galatea, entidad que velatorio por el bienestar de los profesionales sanitarios, ha atendido 5.300 por problemas de salud mental y emocional en los últimos cuatro años, la mitad de los cuales son médicos y médicas.
En esta línea, el sindicato médico reclama “políticas firmes” a nivel institucional que impacten directamente sobre las organizaciones y que permitan prevenir y controlar los factores de riesgo del personal facultativo. “Los síntomas no aparecen todo de una, sino que se van instalando progresivamente y, por lo tanto, es muy importante estar atentos en las señales de alarma. Tenemos que procurar nuestro bienestar para poder seguir atendiendo en la población en buenas condiciones”, concluye Robert.