Metges de Catalunya (MC) desaprueba la respuesta que ha ofrecido el Departament de Salut al Síndic de Greuges sobre el informe de malnutrición infantil en Catalunya que alerta de la existencia de 751 niños diagnosticados en los centros de atención primaria con códigos relacionados con la pobreza y la desnutrición.
Aunque el consejero Boi Ruiz primero rechazó el informe del Síndic, negando la presencia de casos de malnutrición infantil Cataluña, el pasado 21 de enero admitió en respuesta parlamentaria la existencia de 101 niños con diagnósticos clínicos ligados a la desnutrición, de los cuales 10 se deben a la falta de alimentos adecuados en la dieta. Pero como se ha conocido ahora, esta respuesta obviaba los 650 casos de niños en situación de riesgo por malnutrición que Salut ha comunicado finalmente al Síndic, reconociendo la veracidad de los datos que la institución había hecho públicos el pasado agosto.
Ante las críticas por la ocultación de los datos en el Parlamento, Ruiz ha asegurado que los 650 menores atendidos por la sanidad pública no presentan síntomas de malnutrición, sino que están en riesgo de sufrirla por las condiciones de pobreza extrema y bajos ingresos de su contexto familiar. Además, asegura que de los 101 diagnosticados, 91 se encuentran asociados a problemas de salud de base.
El sindicato médico replica al consejero que la respuesta al informe del Síndic llega "tarde y mal" y vuelve a reavivar la polémica por la confusión en los códigos diagnósticos médicos y sociales que el informe sitúa al mismo nivel. La organización lamenta que Salut tampoco haya querido responder a las peticiones de información formuladas por MC sobre los datos registrados en los CAP relacionados con los códigos diagnósticos de malnutrición, enfermedades crónicas y condiciones socioeconómicas de los pacientes que, desde la óptica de los profesionales médicos, habrían ayudado a aclarar los resultados.
Para MC, es una "paradoja difícil de creer" que según Salut ninguno de los 650 casos de niños en situación de riesgo presente síntomas de desnutrición y ninguno de los 91 niños con trastornos de nutrición se encuentren en situación de pobreza extrema o bajos ingresos económicos. En este sentido, la organización afirma que los datos aportados por el departamento dirigido por Boi Ruiz son "incompletas y poco rigurosas" ya que no incluyen algunos códigos básicos vinculados a deficiencias nutricionales (vitamínicas y de oligoelementos) y tampoco los códigos basados en la ausencia de nutrientes en los niños como son los indicadores de marasmo (E41) y el síndrome de kwashiorkor (E40 y E42), cuya incidencia es poco probable en Catalunya, pero resultan valores necesarios para el rigor científico del estudio. Asimismo, la organización critica que Salut no precisa cada una de las enfermedades de base que presentan el centenar de niños diagnosticados con desnutrición.
Historias clínicas, instrumento fundamental
En el documento de respuesta al Síndic de Greuges, Salud afirma que "la información recogida en la historia clínica está pensada para ser de utilidad para el profesional sanitario al centro asistencial, y es conveniente no utilizarla de forma aislada o descontextualizada".
En referencia a esto, MC señala que la historia clínica es "mucho más que una base de datos" y recalca que con un proceso cuidadoso de optimización, tanto a nivel técnico como de uso profesional, debería convertirse en un instrumento "de primer orden" para el control epidemiológico y para obtener una "radiografía precisa del estado de salud y bienestar de la sociedad catalana".
Una vez más, el sindicato médico insta al Gobierno a "priorizar el gasto social" y a "no reducir los presupuestos sanitarios" y pide a la consejería que el Pla de Salut de Catalunya 2011-2015 tenga la vigilancia de la nutrición infantil como un objetivo primordial.
