Metges de Catalunya (MC) lanza un grito de alerta ante el déficit "alarmante" de especialistas en anestesiología que sufre el Hospital Josep Trueta de Girona, después de que ocho anestesiólogos hayan causado baja por diferentes motivos desde finales de 2017 y la dirección no haya cubierto sus vacantes. Esta precariedad de efectivos podría agravarse en breve, ya que dos anestesiólogos más han anunciado que abandonarán el centro en los próximos meses. Una vez se hagan efectivas estas dos nuevas bajas, la plantilla de anestesiólogos se reducirá en casi un tercio, pasando de 33 a 23 profesionales.
La delegada de MC en el Trueta, Nuria Estanyol, advierte que la situación en el Servicio de Anestesiología es "insostenible" y que la falta de recursos humanos pone en duda la capacidad de respuesta del hospital para absorber la programación quirúrgica ordinaria y la atención de las urgencias quirúrgicas diferidas (no vitales, ni prioritarias). "La sobrecarga de trabajo para los anestesiólogos empieza a ser extenuante y no podemos asumir la actividad que hacíamos cuando teníamos la plantilla completa", afirma.
Estanyol asegura que el déficit de anestesiólogos está comportando una reducción del número de intervenciones quirúrgicas programadas y, por tanto, un aumento de las listas de espera, así como también un incremento notable del número de guardias asignadas a cada facultativo, "con la consiguiente fatiga laboral".
MC ha trasladado su queja a la Junta de Personal y a la dirección del hospital a la que ha exigido la "cobertura urgente" de las plazas vacantes de anestesiólogos. "No hay soluciones mágicas. Necesitamos atraer médicos a nuestro hospital y cuidar a los que ya forman parte del centro, por el bien de los propios profesionales y de sus pacientes", concluye Estanyol.
Antecedentes
El problema de la falta de estos especialistas ya viene de lejos. En 2016, el sindicato acusó a la dirección del Trueta de no haber planificado correctamente la plantilla del Servicio de Anestesiología y de dejar el centro sin suficientes anestesiólogos, circunstancia que obligó a reducir la actividad quirúrgica que se realizaba por las tardes para reducir las listas de espera.