Metges de Catalunya (MC) ha elaborado un documento de recomendaciones dirigido a los facultativos de atención primaria para la gestión de las derivaciones de pacientes a la atención especializada de ámbito hospitalario. Ante la proliferación en diferentes territorios de las valoraciones no presenciales de los pacientes en las consultas externas hospitalarias y su sustitución por las llamadas 'interconsultas', el sindicato pide a los profesionales médicos del primer nivel asistencial que valoren, según su criterio clínico, si la primera visita de un paciente por parte de un facultativo de segundo nivel requiere la presencia física del mismo en la consulta y, en caso de que así sea, que se haga constar en el procedimiento de derivación.
La organización asegura que los circuitos organizativos que priorizan la atención no presencial "mayoritariamente han sido impuestos" y que se implementan "sin tener en cuenta la opinión del personal facultativo, ni del primer ni del segundo nivel asistencial". Asimismo, MC afirma que el uso sistematizado de las interconsultas contradice diversas normas del Código de Deontología, en especial las que hacen referencia a la utilización de vías de comunicación entre profesionales que no pueden sustituir a la presencialidad de los pacientes si ello supone un perjuicio para la calidad de la asistencia. "Es una cuestión básica para la seguridad clínica del paciente", asevera el sindicato.
De esta forma, MC insta a los facultativos a distinguir una interconsulta entre profesionales, en la que se comparten dudas o se pide información adicional sobre diagnósticos, resultados o tratamientos, de una primera visita con el especialista de atención hospitalaria. En el segundo caso, el sindicato considera que la consulta debe ser presencial si así lo determina el médico de atención primaria.
Sea como fuere, la organización reclama que tanto los facultativos de los CAP como de los centros hospitalarios tengan fijadas las interconsultas en sus agendas asistenciales, con tiempo suficiente para valorarlas y responderlas, teniendo en cuenta la necesidad de acceder siempre a la historia clínica de los pacientes.
Por último, el sindicato también recomienda a los facultativos de los centros de atención primaria que compartan con sus pacientes las limitaciones impuestas por el sistema a la hora de gestionar las derivaciones a los especialistas de segundo nivel, y que lo hagan constar en las historias si consideran que éstas pueden ser perjudiciales para su seguridad clínica.