Metges de Catalunya (MC) ve con preocupación el aumento de las políticas que fomentan la colaboración de la sanidad pública con entidades privadas con ánimo de lucro y pide blindar el modelo público de gestión directa de los servicios sanitarios, mediante una dotación presupuestaria suficiente para responder a las necesidades de salud de la población, un redimensionamiento de las cargas asistenciales y una dignificación urgente de las condiciones laborales del personal.
El sindicato insiste en defender acérrimamente los valores fundamentales del sistema público de salud, como son la universalidad, la calidad, la equidad y la accesibilidad, ante la proliferación de maniobras de privatización encubierta, la última de las cuales impulsada por la Junta de Andalucía que ha abierto la puerta a concertar la atención primaria con la sanidad privada cuando el primer nivel asistencial esté desbordado. Incluso, la orden aprobada por el gobierno andaluz contempla la posibilidad de que el personal médico de las empresas adjudicatarias preste sus servicios en instalaciones públicas, pero percibiendo una cantidad menor por el concierto.
Como ya ha manifestado reiteradamente la organización, la solución a la profunda crisis sanitaria actual no pasa por subcontratar la asistencia a entidades con ánimo de lucro, sino por mejorar la capacidad de los sistemas públicos de salud con más personal, más recursos y mejores condiciones de trabajo. "No permitiremos que Catalunya calque este tipo de fórmulas", afirma el vicesecretario general de MC, David Arribas, quien añade que la prioridad de los gobiernos "debe ser mejorar la inversión sanitaria y no desviar dinero público para la sanidad privada".
Arribas se muestra categórico: “O fortalecemos los sistemas sanitarios públicos o acabaremos con una asistencia de mínimos, como de beneficencia, y todo el mundo debe ser consciente de ello, porque está en juego uno de los pilares fundamentales del estado del bienestar. No nos podemos permitir involucionar como sociedad”.
Mortalidad
Un estudio elaborado por un equipo investigador de la Universidad de Oxford, publicado el pasado año en la revista The Lancet, señala que la subcontratación de entidades privadas para gestionar sistemas sanitarios públicos está relacionada con un aumento significativo de las tasas de mortalidad.
Una de las teorías que sostienen es que la reducción de gastos por parte de proveedores con ánimo de lucro implica disponer de más servicios, pero que acostumbran a ser de menos calidad. Por tanto, esta situación conduce a “una peor atención médica y peores resultados de salud” por parte de estas empresas, siendo “el único tipo de subcontratación asociado al aumento de la mortalidad”.
