El déficit crónico de personal que arrastra el sistema sanitario, las jubilaciones masivas previstas para esta década y la elevada fuga de profesionales jóvenes a países extranjeros con mejores condiciones laborales y económicas agravan cada vez más la saturación que existe en todos los niveles del sistema. Esta situación provoca una sobrecarga de trabajo cada vez más alarmante, ya que los profesionales que trabajan han de hacer doblajes y excesos de jornada para poder cubrir toda la demanda asistencial, una tarea que no está suficientemente valorada ni reconocida.
Y es que, según la última actualización de la Encuesta de Población Activa (EPA) que realiza el Instituto Nacional de Estadística (INE), durante el segundo trimestre de este 2023, unos 18.800 profesionales de la salud de todo el Estado han realizado una media de 104.000 horas extra a la semana sin ningún tipo de remuneración adicional por parte de las administraciones públicas o las empresas. Se trata de 2.500 personas más que en el primer trimestre del año, de modo que ha habido un incremento del 15,34% de los afectados.
Si bien es cierto que estas cifras han disminuido notablemente con respecto a las del año pasado –cuando el impacto de la pandemia de la COVID-19 todavía era reciente y la situación de emergencia de salud pública continuaba vigente–, Metges de Catalunya (MC) considera “inadmisible” que hoy en día casi 20.000 sanitarios hagan horas extra no remuneradas. “Esto solo acentúa la necesidad de mejorar las condiciones laborales y retributivas del personal sanitario, en general, y médico, en particular”, sostiene el sindicato.
Es importante recordar que, en términos generales, los profesionales médicos que trabajan en Cataluña hace años que se encuentran mal pagados en comparación no solo con los médicos y médicas de otros países europeos, sino también con los de otras comunidades autónomas de España, motivo que todavía genera más malestar entre el colectivo.
Así pues, MC manifiesta que esta situación en la que se encuentra el personal médico catalán, junto con la gran cantidad de horas extra que este hace sin cobrar, justifica la necesidad cada vez más urgente de dotar la sanidad pública de recursos suficientes para poder contratar más personal, el cual ejerza la profesión en unas condiciones y con unas remuneraciones dignas. De este modo, no solo se estaría reconociendo más la labor de los profesionales médicos de nuestro sistema de salud, sino que también se ayudaría a frenar la fuga de personal facultativo.