Metges de Catalunya (MC) ha presentado una petición ante la Dirección Asistencial del Institut Català de la Salut (ICS) para que las visitas virtuales y las alertas médicas se incluyan en la agenda asistencial de los profesionales y dispongan de un tiempo asignado para su resolución.
El sindicato denuncia que tanto las visitas virtuales (elaboración de informes, revisión de bajas laborales, renovación de planes de medicación, etc.) como las alertas médicas que reciben los profesionales sobre sus pacientes y que incluyen los resultados de pruebas analíticas, radiografías o la información de ingresos hospitalarios, entre otros, se realizan sin que los facultativos dispongan de un tiempo asignado en la programación de su agenda asistencial.
Del mismo modo, pide la elaboración de unos "protocolos" que definan cómo se deben implantar y desarrollar las visitas virtuales en los centros de salud.
La organización, por medio de una encuesta realizada entre su afiliación, ha podido comprobar que la mayoría de los médicos se ven obligados a resolver las visitas no presenciales "entre paciente y paciente" o fuera del horario asistencial. Esta situación conlleva un incremento de la carga de trabajo que intensifica el "estrés" de los profesionales y que puede afectar a sus valoraciones ya que los médicos tienen la sensación de que "no llegan a todo".
Los problemas con la implantación de las nuevas fórmulas de atención no presencial no afectan sólo a los centros del ICS. El comité de empresa del Hospital de Figueres, centro de la red sanitaria concertada, también ha denunciado que la entidad ha instaurado las visitas virtuales sin definir un protocolo que establezca el perfil de los pacientes o las patologías que permiten ofrecer este tipo de asistencia.
Informe
El pasado mes de enero, MC presentó un informe sobre la telemedicina y las visitas no presenciales en el que se señalan los mismos problemas que ahora ha denunciado ante el ICS. El sindicato reivindica que las tareas asistenciales que se realizan de forma virtual son un acto médico a todos los efectos. "La virtualidad no puede ser una herramienta que sirva de coartada al sistema para rentabilizar erróneamente la jornada laboral de los médicos", afirma.
