Metges de Catalunya (MC) ha presentado este miércoles un escrito a Inspección de Trabajo para pedir que se reconozca el derecho de las médicas embarazadas a dejar de hacer guardias por el riesgo que suponen este tipo de jornadas para la salud de la madre y el bebé que está gestando. La actuación del sindicato llega después de que el Hospital Joan XXIII de Tarragona haya denegado la petición de exoneración de guardias a tres médicas del centro. MC considera que el III Acuerdo sobre las condiciones de trabajo del personal estatutario del Instituto Catalán de la Salud (ICS) avala la reclamación de las facultativas, dado que el apartado referido a la exención de guardias dice literalmente “quedan exentas de realizar jornada complementaria todas las embarazadas (...) previo informe en este sentido del médico del trabajo de su Servicio de prevención con el derecho de percibir la media de guardias realizada los 12 últimos meses de trabajo efectivo”. Éste es el caso de las tres facultativas del hospital tarraconense. MC también ha trasladado el caso al Síndic de Greuges de Catalunya, Administración y Función Pública, la Sociedad Catalana de Obstetricia y Ginecología, el Departamento de Igualdad y Feminismos, la Comisión de Igualdad del ICS y en la Comisión Paritaria de Prevención de Riesgos Laborales del Personal Sanitario.
Para el sindicato es “inverosímil” que el ICS, por su “falta de planificación”, deniegue un derecho cuyo propósito es proteger la salud de sus profesionales ante unos riesgos objetivos reconocidos en la Guía de ayuda para la valoración del riesgo laboral durante el embarazo, elaborada por el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) y la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO).
En este sentido, MC alega que las guardias son jornadas de trabajo extraordinarias que se prolongan durante 24 horas y que incluyen factores "estresantes" y "fatigantes" como la nocturnidad, que, según ha sido clínicamente demostrado, se asocian a situaciones de parto prematuro, aborto espontáneo y bebés nacidos con bajo peso. Para las médicas embarazadas, las guardias conllevan riesgos ergonómicos (fatiga postural, bipedestación), psicológicos (estrés, fatiga mental), biológicos (riesgo de contagio por patógenos) físicos y químicos (radiaciones, inhalación de químicos) e incluso riesgos por agresión por parte de terceros.
La organización espera al ICS "muestre sensibilidad" y tenga en cuenta que la petición recae sobre unas jornadas laborales que "van más allá del trabajo ordinario". La condición de médica "no puede ser un motivo de discriminación ni un riesgo añadido a la hora de ser madre".