Metges de Catalunya (MC) se suma a las reivindicaciones planteadas por los sindicatos con representación en la Mesa General de la Función Pública para recuperar las condiciones laborales que los empleados públicos han perdido con los recortes estos últimos años y que el Real Decreto Ley 10/2015, de 11 de septiembre, permite devolver mediante la negociación en el seno de cada Administración autonómica.
Ante este nuevo escenario que abre una vía para reparar el esfuerzo notable que han realizado los trabajadores del sector público –incluidos los profesionales de la salud– durante la crisis, las organizaciones sindicales han pedido al Govern que deje sin efecto el acuerdo de 2012 por el que se aplica una reducción salarial del 5% a todos los empleados públicos y devuelva el 25% de la paga extraordinaria de 2012 antes de finalizar el año.
Asimismo, los sindicatos reclaman negociar el 50% del resto de la paga extraordinaria no percibida en 2012, para que sea incluida en los presupuestos catalanes de 2016 y, por consiguiente, abonada, y que se aplique de forma inmediata el permiso por asuntos particulares por antigüedad y de los días adicionales de vacaciones por antigüedad en su banda ancha.
Además, MC solicita a los agentes sociales de la Mesa General de la Función Pública –el sindicato médico no tiene representación, dado que los facultativos representan menos del 5% del total de trabajadores del sector público– que incorporen a las negociaciones con el Departament de Governació los recortes de sueldo adicionales que se han confinado única y exclusivamente en los profesionales del sistema público de salud, a los que se les mantiene desde el año 2012 la reducción del 50% de la productividad variable por objetivos (DPO) y, por si fuera poco, este año se les han añadido nuevos tijeretazos en los conceptos de carrera profesional y trienios, aunque el conseller de Salut, Boi Ruiz, se esfuerce en negarlo (escuchar este audio a partir del minuto 15:02).
Por otra parte, el sindicato insiste en calificar de "anomalía" el hecho de que los sindicatos profesionales con un peso y una representatividad mayoritaria en las mesas de negociación sectorial, como la de sanidad, no tengan presencia en la Mesa General de la Función Pública y, por este motivo, reclama por enésima vez un ámbito de negociación único para el colectivo médico que supere la fragmentación actual de los espacios negociadores.