Metges de Catalunya (MC) considera un “menosprecio” que el Govern perpetúe el recorte de derechos al personal médico en el proyecto de presupuestos de la Generalitat para el 2017 y alerta al ejecutivo que, si prolonga este "maltrato" rebajando a la mitad el complemento de productividad variable por objetivos (DPO) y devaluando la carrera profesional de los facultativos, la fuga de profesionales será cada vez mayor.
Para el secretario general del sindicato, Josep Maria Puig, las cuentas aprobadas este martes por el Govern son una muestra más de la "falta de reconocimiento" al sobreesfuerzo que han realizado los médicos en los últimos años para mantener la buena salud del sistema. “Esperábamos ver el inicio de la recuperación de los derechos que nos quitaron durante la crisis, pero el ejecutivo ha optado por seguir castigando a aquellos que cada día nos dejamos la piel en los centros de salud y aportamos más valor añadido a la sanidad”, lamenta.
Puig añade que es una “irresponsabilidad política muy grave” hacer recaer en los profesionales de la medicina la mayor parte del coste de la crisis y sostiene que con esta actitud la Generalitat "sigue cultivando la indignación y el desánimo" entre el colectivo médico. “Es una forma muy curiosa de agradecer el esfuerzo ingente que hacemos para sostener el edificio de la sanidad", señala.
1.000 millones menos
El presupuesto consolidado de Salut para el 2017 es de 8.849 millones de euros, un 4,5% más respecto a las últimas cuentas aprobadas en 2015, pero la cifra aún está lejos de los 9.875 millones que disponía la sanidad catalana en el año 2010, antes de los recortes. Concretamente, 1.026 millones de euros menos.
“No representa ningún golpe de timón ni ningún punto de inflexión para poder hablar de una recuperación real”, sostiene Puig que apostilla que solo es una “pequeña mejora” del presupuesto de 2015. “Es evidente que estas serán unas cuentas insuficientes, que no nos permitirán recuperar el pulso sanitario anterior a la crisis”, explica. Para el dirigente sindical, la persistencia en la falta de recursos mantiene el riesgo de colapso del sistema, con un más que probable incremento de las listas de espera y de la iniquidad en el acceso a los servicios sanitarios.
De hecho, el proyecto de presupuestos de 2017 incluye una partida de solo 35 millones de euros para reducir las listas de espera, un poco más de un tercio de los 96 millones que preveía el plan de choque presentado el pasado mes de abril por el conseller de Salut, Antoni Comín, para acortar a la mitad el tiempo de espera en pruebas diagnósticas y primeras visitas al especialista, y reducir un 10% las personas que están pendientes de una intervención quirúrgica. No obstante, Salut ha salido al paso para corregir los números presentados por el vicepresidente del Govern y conseller de Economia i Hisenda, Oriol Junqueras, y ha cifrado en 45 millones de euros el importe para mejorar las listas de espera sanitarias.
Grupos parlamentarios
Para enmendar el agravio que representa para los médicos las cuentas de 2017, la dirección de MC ya ha empezado a reunirse esta misma semana con los diferentes grupos parlamentarios. El objetivo es trasladar a los diputados el enfado de los facultativos ante la perpetuación del recorte de derechos al personal médico y pedirles que corrijan los presupuestos durante el trámite parlamentario.