Las plantillas médicas de los hospitales del Institut Català de la Salut (ICS) han estallado. El anuncio de una nueva ola de recortes que recaerá de lleno sobre los facultativos han puesto en pie de guerra a los hospitales públicos. Primero fue el cierre de plantas y de quirófanos, la reducción de la actividad y el adelgazamiento de las plantillas. Ahora el ICS se plantea eliminar horas de guardia, modificar los horarios y suprimir temporalmente el complemento de jornada partida y de otros complementos salariales. Además, pedirá a los médicos avanzar las altas hospitalarias y restringir las pruebas complementarias.
Metges de Catalunya (MC) ha advertido a la gerencia del ICS que los hospitales son una olla a presión y que no pueden asumir más recortes, porque ponen en juego la calidad de la asistencia y conducen a los profesionales hacia la precariedad laboral.
Ante esta situación, el sindicato ha organizado esta semana diferentes asambleas informativas en los hospitales para captar el sentir de las plantillas médicas. En el Vall d'Hebron (Barcelona), los facultativos han propuesto ir a la huelga, mientras que en Bellvitge (Barcelona), Germans Trias i Pujol (Badalona) y Viladecans han acordado actuar sólo de acuerdo con los criterios clínicos pero no económicos, como ya ocurre en el Hospital Arnau de Vilanova de Lleida.
El clima es muy tenso y la respuesta a la política de recortes indiscriminada del ICS, para poder cuadrar su presupuesto a 31 de diciembre, puede ser contundente.