Catalunya tendrá un déficit importante de facultativos a partir de 2014, si no se planifican desde ahora las necesidades futuras de personal. Casi una cuarta parte de los 24.500 médicos con posibilidad de ejercicio que hay en Catalunya (el 23,76%) tienen más de 55 años, un porcentaje superior a la media estatal que es del 19,29%. Las especialidades más envejecidas en nuestro sistema son la cirugía pediátrica, la torácica y la cardiovascular.
Este envejecimiento de la plantilla, que hará que de aquí a diez años haya una jubilación masiva de profesionales, junto con la fuga de facultativos a países del extranjero donde ofrecen mejores condiciones laborales, puede provocar un vertiginoso descenso del número de médicos y, por consiguiente, un déficit de personal médico.
A la carencia de médicos, también contribuirá la ausencia de una planificación de recursos humanos por parte de la Administración sanitaria y las dificultades de las mujeres -en 2010 se prevé que sean mayoría en Catalunya entre los profesionales médicos- para poder compaginar el trabajo con la vida familiar.
Pero el estudio "Demografía médica en España. Mirando al futuro", realizado por la Fundación de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) y presentado en Barcelona en rueda de prensa (en la fotografía, de izquierda a derecha, Carlos Amaya, secretario general de la CESM; Patricio Martínez, presidente de la fundación y secretario general de Metges de Catalunya y Miguel A. Pérez, coordinador de estudios de la fundación), señala que Catalunya padecerá un proceso engañoso en la evolución demográfica médica, si las condiciones actuales no varían.
En los próximos diez años, el número de médicos con posibilidad de ejercer aumentará en 3.000 profesionales más hasta llegar a los cerca de 28.000 facultativos. A partir de 2014, esta cifra bajará en picado, situándose por debajo de los 21.000. Esta prospección mejoraría, si Catalunya fuese capaz de retener al médico MIR procedente de otras comunidades y recuperar al profesional catalán que ha emigrado.
Ahora bien, este incremento inicial de médicos difícilmente podrá ser asumido por el sistema, un hecho que provocará un aumento de la precariedad laboral y la fuga de profesionales hacia otros países como el Reino Unido, Francia o Portugal (se calcula que emigrarán 12.000 facultativos en todo el Estado en los próximos años).
Por otra parte, a este análisis cabe añadir la previsión al alza del crecimiento demográfico y el incremento de la demanda asistencial. El estudio prevé que la ratio de facultativos, que ahora es de 365 médicos por 100.000 habitantes -396 en el Estado-, estará por debajo de la actual en una década.
Críticas a Marina Geli
En este contexto, Metges de Catalunya (MC) advierte a la Conselleria de Salut que la capacidad de respuesta de la sanidad catalana está en peligro, si no se planifican desde ahora las necesidades futuras de personal, en base a un registro actualizado de profesionales por especialidades y regiones.
El sindicato acusa a la consellera Marina Geli de hacer una planificación "de cartón piedra" y llena "de parches" con grandes anuncios de planes de choque que no se han cumplido. Recuerda que de las 500 nuevas contrataciones en la atención primaria anunciadas por Geli a principios de 2003, tan solo se han realizado 133.
MC también denuncia que la jubilación forzosa de más de 300 médicos por parte del Departament de Salut el pasado mes de julio ha supuesto un aumento del tiempo de espera para pruebas diagnósticas, ya que muchas de estas plazas no se han cubierto y se han amortizado por falta de un plan de reordenación de recursos humanos.
Además, califica de "incoherente" la decisión de la consellera de jubilar masivamente a estos profesionales, cuando hace unos meses proponía importar a médicos del extranjero, especialmente de Centroamérica y Sudamérica, para cubrir el déficit de personal en Catalunya.