Metges de Catalunya cree que el recorte sanitario del 4,8% previsto para 2012 es una "nueva sacudida" para el sistema

Miércoles, 21 Diciembre, 2011

Metges de Catalunya (MC) considera que el recorte sanitario del 4,8%, previsto en el proyecto de presupuestos de la Generalitat para 2012, supone una "nueva sacudida" para la sanidad pública catalana, que repercutirá negativamente en la atención sanitaria.

El sindicato rechaza la rebaja de 425 millones de euros en las cuentas del Servei Català de la Salut (CatSalut), que sitúa Catalunya en la cola de las comunidades autónomas en gasto sanitario por cápita, con 1.150 euros anuales, sólo por encima de las Islas Baleares (1.088 euros) y de la Comunidad Valenciana (1.113 euros).

Advierte que estos presupuestos son de "alto riesgo", ya que la contención del gasto sanitario que persigue el Govern se sustenta, básicamente, en un ahorro farmacéutico "ficticio" de 336 millones, una rebaja del 26,14% respecto a las cifras de 2011.

MC considera "inalcanzable" este objetivo, si se tienen en cuenta los resultados de este año en el que Catalunya ya ha gastado más de 1.700 millones en farmacia, según datos del Ministerio de Sanidad de principios de octubre, que representan 427 millones más de lo presupuestado inicialmente (+33%), cuando todavía no se ha contabilizado el último trimestre.

Por ello, el sindicato teme que en el próximo ejercicio se produzca una nueva desviación presupuestaria del gasto farmacéutico, que "se cargará injustamente sobre los salarios de los profesionales de la salud, para que el Govern pueda cuadrar sus cuentas".

Respecto a la implantación de un ticket moderador de un euro por receta farmacéutica, con el que la Administración prevé recaudar unos 100 millones de euros anuales, MC reitera que "puede suponer un agravio para los enfermos crónicos, para las personas en paro y para los pensionistas con rentas más bajas", y critica que la medida se haya adoptado "sin diálogo" con los agentes sociales.

Finalmente, MC reprocha al Govern "sus voces críticas" que acusaron al sindicato de precipitarse y de convocar una "huelga preventiva" el noviembre pasado, cuando la organización ya alertó de una posible reducción de un 4,8% de los presupuestos sanitarios.