Metges de Catalunya (MC) reclama una tarjeta individual sanitaria (TIS) única válida para toda Europa que permita acceder, desde cualquier sistema de salud, a la historia clínica y a la prescripción farmacéutica de su titular, en lugar del nuevo modelo de tarjeta común para todo el Sistema Nacional de Salud (SNS) que ha aprobado recientemente el Consejo de Ministros del gobierno español.
Para el sindicato, el nuevo formato de TIS interoperable entre las comunidades autónomas, que ha impulsado la ministra de Sanidad, Ana Mato, no es más que un “documento administrativo con fines burocráticos", que facilitará la liquidación de facturaciones entre autonomías por los servicios ofrecidos a pacientes desplazados, pero que "desgraciadamente" no contendrá información clínica.
MC considera primordial que las administraciones trabajen en un modelo de tarjeta que siente las bases para la interoperabilidad de los datos clínicos (incluido el testamento vital y el consentimiento de donación de órganos o tejidos) en toda Europa, con el objetivo de hacer viable el acceso a la información desde cualquier lugar.
De manera paralela, y según el sindicato, esta tarjeta clínica garantizaría "en todo momento" la privacidad, la confidencialidad y la intimidad de los datos del usuario, ya que solo se podría acceder a la documentación clínica y farmacoterapéutica a través de su tarjeta y con su autorización.
Sin embargo, MC es consciente de que antes se tendrá que poner en marcha la historia clínica compartida, para integrar la información que actualmente está dispersa en numerosos puntos de la red sanitaria pública.
Datos básicos
Las nuevas tarjetas sanitarias del SNS incorporarán una serie de datos básicos comunes (no clínicos) que estarán vinculadas a un código de identificación personal. Además de la identidad institucional de la comunidad autónoma o entidad que emita la tarjeta, aparecerá el nombre y apellidos del titular, y los códigos de identificación personal único del SNS y de la administración sanitaria emisora.
Las tarjetas también podrán incorporar el número de DNI y una fotografía del titular, el número de la Seguridad Social, la fecha de caducidad o el número de teléfono de atención de urgencias sanitarias.
Las comunidades autónomas deberán ir sustituyendo los modelos actuales para el nuevo formato de manera progresiva, a medida que los usuarios vayan renovando sus documentos. Sanidad prevé que el proceso de renovación finalice antes de cinco años.
