Puig afirma que las autoridades sanitarias se han aprovechado de la "abnegación" de los profesionales para mantener a flote el sistema

El secretario general de Metges de Catalunya (MC), Josep Maria Puig, ha señalado este lunes que la "infrafinanciación endémica" de la sanidad pública y la consiguiente escasez de recursos –que se ha visto agravada por los recortes de la última década–, está siendo determinante en la gestión de la emergencia sanitaria provocada por la Covid-19, pero ha subrayado que, a pesar de todo, el sistema no se ha hundido gracias al sacrificio de su personal.

"Ha habido un aprovechamiento de la abnegación de estos profesionales, ya que se les ha bajado el sueldo, se ha recortado plantilla y se les ha sobrecargado de trabajo, pero siguen haciendo funcionar la maquinaria", ha constatado Puig al medio digital especializado en periodismo de investigación Crític. Sin embargo, ha alertado de que "si se sigue abusando de ello y se tensa más la cuerda, se puede acabar rompiendo".

Para el dirigente sindical, el adelgazamiento constante de los presupuestos sanitarios ha dejado al sistema de salud en una situación extremadamente crítica para hacer frente a la pandemia del coronavirus. "Si alguien necesita ingerir 2.000 calorías diarias y se le dan 1.500, cuando hayan pasado 10 años habrá perdido 10 kilos. Quizás puede ir tirando, pero no le pidas hacer una maratón", ha ejemplificado. Esta situación, ha explicado, es extrapolable al estado de la red sanitaria pública. Según su criterio, en un momento como el actual, "la estructura esquelética que tenemos" habría colapsado "sin duda", si no fuera por "el esfuerzo ingente de los profesionales, que lo han podido evitar".

El impacto es especialmente virulento en la atención primaria, ha remarcado, donde reciben el "primer embate" de la pandemia. "En los últimos 10 años se han perdido 860 facultativos de atención primaria", un recorte que ha multiplicado el volumen de trabajo de los profesionales que se han mantenido en el sistema, los cuales, además, "han tenido más dificultades para acceder a los equipos de protección ", ha apuntado Puig. "Los han hecho bajar al campo de batalla sin armadura".