El secretario general de Metges de Catalunya (MC), Josep Maria Puig, se ha mostrado muy crítico con la política del Departament de Salut y ha asegurado que el colectivo médico no "respira tranquilo", a pesar de haber superado la fase más aguda de la pandemia gracias al sobreesfuerzo de los profesionales y a pesar de la situación esquelética del sistema causada por 10 años de recortes. "No sentimos a la Administración como un aliado a la hora de buscar los recursos necesarios y el personal que necesitamos para atender a la población. Cada vez tenemos menos dinero y más trabajo. Es una combinación que será muy difícil que se pueda mantener en el tiempo", ha argumentado.
En una entrevista al diario digital El Món, Puig ha criticado el desprecio absoluto y constante de Salut hacia sus facultativos, a pesar de la interlocución fluida que existe entre las dos partes. "Hemos podido hablar, explicar y pedir. Nos han escuchado, pero luego no nos han hecho ni el más mínimo caso. Nos han menospreciado siempre, sin ningún tipo de incidencia en la hoja de ruta que ellos han marcado", ha lamentado. "Con el tiempo hemos aprendido que tenemos que dar un puñetazo sobre la mesa, como hicimos con la huelga de atención primaria con un seguimiento del 80%, para obligarlos a negociar".
En este sentido, ha remarcado que "sin la movilización no hay negociación". "Ellos hacen y deshacen como más les conviene –ha añadido– y la demostración más palpable son los presupuestos que acaban de aprobar. Ahora tratan la sanidad mucho peor que hace 10 años". Para sustentar esta afirmación, Puig aporta un dato clave: en 2010, al inicio de la crisis económica, el Govern destinaba un 30% de su presupuesto a Salut, mientras que este año le dedica un 23%.
"No habrá más remedio que poner más dinero para la sanidad", ha concluido. "Vivimos una explotación absoluta [con referencia a los recortes persistentes de derechos laborales y profesionales] que está provocando un malestar de fondo muy importante. Esta sensación de que nos están utilizando y que seguirán haciendo lo mismo a todos los niveles hace pensar que no pasará mucho tiempo hasta que este malestar se acabe expresando de una manera u otra", ha indicado el dirigente sindical, que ha augurado una "conflictividad" nunca vista.