El nuevo secretario general de Metges de Catalunya (MC), Josep Maria Puig, quiere virar la nave del sindicato hacia una política basada en el diálogo permanente con los diferentes actores del sistema sanitario, a fin de buscar "puntos de encuentro" donde todos puedan salir ganando. Así lo explica en una entrevista publicada este lunes en Diario Médico, en la que reconoce que se presentó al cargo de la Secretaría General para fortalecer uno de los motores que mueven la organización: la negociación sindical. "En el sindicato, nos hemos enfrentado a muchísima gente y teníamos razón, pero la estrategia no ha dado resultado. Ahora hay que potenciar los lazos con todos los agentes de la sanidad: colegios de médicos y de enfermería, otros sindicatos, patronales y políticos", afirma.
Uno de los retos que se propone es convencer, con argumentos concluyentes, a los gestores sanitarios para que inviertan lo suficiente en el sistema, con el objetivo de garantizar la estabilidad laboral de los médicos y recuperar el poder adquisitivo perdido en los últimos cinco años de recortes.
Puig destaca que la reducción de los presupuestos no ha terminado afectando la atención a la población gracias a los profesionales –principalmente a los médicos– que han tenido que "absorber" el impacto del tijeretazo, pero advierte que los trabajadores no pueden seguir haciendo sobreesfuerzos sin recibir nada a cambio. "Seguimos dando el do de pecho, atendiendo al paciente como si no pasara nada, pero esto tiene un límite y hay que reaccionar antes de que el edificio se hunda", manifiesta.
Por otra parte, el nuevo responsable de MC lamenta, en declaraciones a Redacción Médica y a El País, la prórroga de los presupuestos de la Generalitat de Catalunya para el 2016, que califica de "una de las peores noticias políticas del año". Puig considera "vergonzoso" que se haya tenido que aplazar el inicio de la recuperación del sistema no por motivos económicos (las nuevas cuentas para salud preveían un incremento de 316 millones de euros), sino por falta de capacidad política para alcanzar un acuerdo.
"Se ha perdido una oportunidad de oro para recuperar parte de lo que se perdió con los recortes –se queja– y lo peor es que lo acabarán pagando los profesionales y los pacientes".
En cuanto al proceso catalán y al futuro del sistema sanitario, solo pide que los avatares políticos incidan "lo mínimo posible" en la marcha de la sanidad. "Independentistas o no independentistas, estamos de acuerdo en una sanidad pública y de calidad. Desde el sindicato, nos esforzaremos para que esto se cumpla, al margen de las tensiones políticas", afirma.
Asimismo, reclama a los gestores que vean a los médicos "más como socios que como empleados", ya que la ejecución del 80% del presupuesto del Sistema Nacional de Salud (SNS) depende de los facultativos. "No hay más remedio que vernos como gestores", recalca y, por ello, reivindica una interlocución directa con los poderes públicos. "Tenemos que trabajar de la mano de los responsables políticos y económicos, de igual a igual. No puede ser que alguien te diga qué es lo que tienes que hacer, cuándo y cómo debes hacerlo, si la responsabilidad y la formación es tuya. Hay que implicar a los médicos".