Metges de Catalunya (MC) ha pedido al Servei Català de la Salut (CatSalut) que elabore un plan de ordenación de la asistencia urgente en Catalunya, consensuado con los diferentes agentes sanitarios, que abarque la problemática de la atención urgente en todas sus modalidades, desde la urgencia atendida en el domicilio del enfermo, en la vía pública, o en los centros de atención primaria (CAP), hasta la practicada en los hospitales básicos, de referencia y de alta tecnología (terciarismo).
El sindicato ha hecho llegar esta propuesta al nuevo director del CatSalut, David Elvira, ante la gran oposición que está suscitando el despliegue del nuevo modelo de transporte sanitario urgente y la implantación de la Guía de Actuación Enfermera de Urgencias y Emergencias Prehospitalarias. "Todo esto se debe ordenar y no se pueden ir poniendo parches como se está haciendo ahora, porque los cambios que quiere realizar la empresa que gestiona el transporte están repercutiendo en la asistencia urgente", ha dicho el secretario general de MC, Francesc Duch, a Gaceta Médica.
El nuevo modelo de transporte del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) ha supuesto una renovación completa de la flota de ambulancias y un nuevo sistema de gestión que, según sus responsables, debería comportar más eficiencia y una mejora del tiempo de respuesta. Pero la realidad es otra: se han desmantelado la mayoría de las unidades de soporte vital avanzado (SVA), en las que trabajaban un técnico, un enfermero y un médico, prescindiendo de la figura del facultativo; se han creado los vehículos de intervención rápida (VIR), con un médico y un técnico, que pueden realizar asistencia, pero no pueden transportar a pacientes y se han mantenido las unidades de soporte vital básico (SVB), dotadas de un equipo asistencial formado por dos técnicos de emergencias sanitarias para el traslado de enfermos que no requieren cuidados durante el viaje.
Para el delegado de MC en el Hospital de Palamós, David Gràcia, que ha trabajado con ambos sistemas, esta nueva estructuración del transporte urgente es peor que la anterior, ya que los profesionales llegan por separado a las urgencias y no pueden trabajar en equipo. En declaraciones a SER Catalunya, Gràcia ha asegurado que trabajar sólo "complica la asistencia y retrasa las técnicas sanitarias".
Por su parte, Duch ha criticado el hecho de que la mayoría de ambulancias con soporte vital avanzado circulen sin médico: "Nos oponemos a que se desarrolle esta política low cost que quiere intentar implantar una medicina sin médicos". El responsable del sindicato ha añadido que el nuevo modelo solo será eficiente en Barcelona, donde todos los efectivos de urgencia llegan a tiempo desde diferentes puntos y siempre hay un hospital cercano, pero que la situación se complicará en otras zonas. "En el Pirineo, con una carretera de curvas y, en ocasiones, con nieve, no será así. Habrá problemas", ha augurado.
Guía enfermera
Otro motivo de controversia sigue siendo la Guía de Actuación Enfermera de Urgencias y Emergencias Prehospitalarias, elaborada por el SEM, que da instrucciones a los enfermeros de las ambulancias para que actúen en solitario en el diagnóstico y tratamiento a pacientes en situaciones críticas o de riesgo potencial.
MC ha pedido al CatSalut –previamente lo había hecho al Departament de Salut– que retire la guía porque fomenta el "intrusismo profesional", aunque desde el SEM garantizan que ya han modificado su contenido para "dejar claro" que los enfermeros no pueden aplicar ningún tipo de tratamiento, si no es con la supervisión presencial, por emisora o por teléfono de un facultativo. "Que un médico tenga que prescribir por teléfono supone una situación totalmente irregular. Ya lo denunciamos en su momento y lo volvemos a hacer ahora", ha advertido Duch.