Medio centenar de delegados de Metges de Catalunya (MC) se han concentrado en la sede del Institut Català de la Salut (ICS) en Lleida para reclamar medidas urgentes que permitan disminuir la presión asistencial en los centros de atención primaria (CAP).
El sindicato calcula que la plantilla de facultativos de la región sanitaria de Lleida debería incrementarse un 10% como mínimo, para cubrir adecuadamente la creciente demanda asistencial. Sostiene que el déficit actual de profesionales y la saturación de las consultas obliga a los médicos a visitar entre 30 y 50 pacientes al día, mientras que la cifra recomendada para poder ofrecer una atención de calidad es de 25.
Por ello, pide la paralización del plan del ICS que prevé ampliar los horarios de los CAP de 8 a 21 horas, hasta que no se reduzcan los contingentes de pacientes asignados por médico y se limite el número de consultas diarias.
La protesta en la capital del Segrià ha estado marcada por las coacciones de la directora de Ámbito de Atención Primaria de Lleida, Catalina Serna, que había anunciado medidas contra los profesionales que se sumasen a la concentración. El delegado de MC en Lleida, Joan Miquel Camacho (en la fotografía inferior), ha calificado la actitud de Serna de "mezquina y prepotente" y ha exigido a la Administración "más respeto y diálogo".
Durante casi una hora, los manifestantes han gritado consignas como "Sin médicos, no hay sanidad", "Barranco, escucha, basta ya de bronca" (en alusión al gerente de la región sanitaria de Lleida, Sebastià Barranco) y "Queremos trabajar, dejad de incordiar". También llevaban pancartas en las que se podía leer "Catalina Serna, soy médico y me estoy manifestando: ¡expediéntame!", "Coacción no" y "Más médicos, más calidad y menos puñetas".