Metges de Cataluña (MC) denuncia que la "precarización de las condiciones de trabajo" y la "incertidumbre de futuro" ha provocado que 13 facultativos del Hospital Universitari Arnau de Vilanova de Lleida se hayan ido a ejercer la medicina al sistema público de salud de Aragón. Según el sindicato, los recortes y las dudas sobre los planes de Salut en la región sanitaria leridana han sido los detonantes para que este grupo de médicos haya aprovechado un concurso público de empleo abierto por el gobierno aragonés a profesionales de todo el Estado para trasladar su lugar de trabajo.
MC critica que la política de ajustes del Gobierno ha generado un estado emocional de "cansancio y desánimo" entre los médicos que provoca que muchos profesionales vean en la salida de la sanidad catalana "la única solución de futuro".
En el caso de los médicos leridanos, al agotamiento por los recortes se añade la sensación de inseguridad sobrevenida por el anuncio del proyecto de unificación de toda la sanidad pública de Poniente en un único ente gestor. Los profesionales recelan de un plan que ven "poco claro" y que se aprovechará para "reestructurar las plantillas" y para "introducir modelos de contratación pública no transparentes". El proyecto, aseguran, supondrá un empeoramiento de la calidad asistencial.
La marcha de los 13 médicos del Hospital Arnau de Vilanova (el 5 % del total de la plantilla), con una trayectoria de servicio de entre 15 y 20 años, afecta a la mayoría de especialidades médicas y quirúrgicas. Así, el centro leridano pierde facultativos de alta cualificación relevantes tanto en la actividad asistencial como en la docente y de investigación. El Arnau de Vilanova fue el centro del Institut Català de la Salut (ICS) que sufrió el recorte presupuestario más intensa del año pasado con una reducción del 8,36% sobre su gasto real de 2012.
Para MC, la pérdida de profesionales es el "síntoma más evidente" del malestar de las plantillas médicas después de cuatro años de ajustes que "han situado la sanidad pública catalana a la cola del gasto y los pacientes en la cola de espera".
La organización pide a Salud que "no mire hacia otro lado" y que resuelva el problema de desafección profesional, ya que se trata del "peor escenario de futuro para el sistema sanitario".