Metges de Catalunya (MC) considera que el sistema de acreditación periódica de la competencia profesional que quiere implantar el Departament de Salut, en cumplimiento de la normativa vigente, debe ser "gratuito, voluntario y no sancionador" y así lo ha expresado en el marco de las reuniones que mantiene el Consell de la Professió Mèdica de Catalunya (CPMC) para consensuar un plan de desarrollo profesional continuo (DPC), que promueva el mantenimiento y la mejora del grado competencial de los facultativos.
El sindicato rechaza la "propuesta de máximos" que Salut ha puesto sobre la mesa, ya que somete a los médicos a la presión "innecesaria" de tener que superar obligatoriamente una reválida competencial cada tres años –se prevé la posibilidad de incluir un examen, sin especificar qué consecuencias tendría no aprobarlo–, "con el agravante de que, a día de hoy, las empresas sanitarias no proporcionan la formación continuada para poder asumir este tipo de evaluación", afirma su secretario general, Josep Maria Puig.
Con todo, MC cree que el DPC es un "imperativo ético" para el facultativo que puede mejorar el ejercicio profesional de la medicina, pero exige que las acciones formativas que tienen que dotar de sentido este sistema de acreditación competencial sean también gratuitas, voluntarias y a cargo de la empresa o del colegio profesional, en el caso de que el facultativo trabaje por cuenta propia. Además, reclama que se lleven a cabo dentro del horario laboral, con un calendario anual y sin incrementar la carga asistencial de las plantillas, ya sea programando las visitas o las intervenciones quirúrgicas en función de un horario de atención reducido o contratando personal sustituto.
Asimismo, la organización sindical pide que el DPC forme parte de los méritos evaluables del complemento variable de dirección por objetivos (DPO) y, al mismo tiempo, compute como crédito en la valoración de la carrera profesional.
Finalmente, MC solicita, por un lado, el compromiso por escrito de la Administración de dotar al DPC de una partida presupuestaria finalista y suficiente para cubrir la formación continuada, y por otro, formar parte de los órganos de debate, decisión y posterior seguimiento al desarrollo de la norma, para dar forma y contenido definitivo al proceso de acreditación competencial. "En ningún caso –advierte Puig– aceptaremos que los objetivos de Salut comporten un empeoramiento de las ya penosas condiciones laborales y económicas de los médicos".
Normativa
Desde el punto de vista normativo, la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias (LOPS) de 2003 hace referencia al DPC, al señalar que el personal sanitario "realizará a lo largo de su vida profesional una formación continuada y acreditará regularmente su competencia profesional".
Igualmente, la directiva europea 2013/55/UE, relativa al reconocimiento de cualificaciones profesionales, declara que los estados miembros "deben promover el desarrollo profesional continuo de los médicos (...)" y que este debe incluir la "evolución técnica, científica, normativa y ética, así como motivar a los profesionales para que participen en formaciones de aprendizaje permanente relacionadas con su profesión".
La UE también indica que los estados deben velar, de conformidad con sus procedimientos y mediante el fomento del desarrollo profesional continuo, "para que los profesionales (...) puedan actualizar sus conocimientos, capacidades y competencias, con el objetivo de preservar el ejercicio seguro y eficaz de su profesión y mantenerse al día de la evolución de la profesión".
