Metges de Catalunya se suma a las protestas del personal de la unidad de cuidados intensivos (UCI) pediátricos y de la unidad neonatal del Hospital Josep Trueta de Girona y alerta de que las mejoras parciales que se han realizado en esta área, con un presupuesto de 1,8 millones de euros, son “insuficientes” para poder cubrir las necesidades asistenciales de la población infantil de las comarcas gerundenses. El sindicato continúa reclamando la construcción de las nuevas instalaciones previstas en el Plan funcional de la UCI pediátrica y de neonatología del centro que aún están pendientes de licitación.
En un comunicado hecho público a través de las redes sociales, los profesionales de estas unidades señalan que, a pesar de la ampliación del área, “los neonatos más graves siguen estando en un espacio reducido que dificulta los cuidados y la privacidad”. Afirman que se necesitan más camas para “evitar los traslados innecesarios a centros de Barcelona”, ya que con las obras solo se ha ganado una plaza, y reclaman más utillaje. “No todas las camas tienen el material necesario (se necesita un respirador) y seguimos trabajando con material viejo que debería cambiarse urgentemente”.
Así mismo, aseguran que los pacientes de la UCI pediátrica no tienen camas apropiadas porque se han aprovechado las viejas y que falta personal. “La realidad es que aún no se cumplen las ratios y que el número de médicos, enfermeras y tcais [técnicos en cuidados auxiliares de enfermería] no se ajusta al mínimo en función del número de niños ingresados”, manifiestan.
Por todo ello, recuerdan que las obras que se han llevado a cabo forman parte de la primera fase del plan funcional y que todavía se tiene que ejecutar la segunda y la tercera. “Seguimos luchando por una UCI pediátrica y una unidad neonatal dignas”, concluyen.
Presión sindical
Ahora hace un año, la vicepresidenta de MC y delegada en el Trueta, Núria Estanyol, reclamó al Departament de Salut más recursos para la UCI pediátrica y de neonatología del hospital, ya que la situación, decía, era “insostenible”. Criticó que no se hubiese invertido ni un euro durante los últimos 30 años para poner al día las instalaciones de esta área y advirtió que se estaba poniendo en cuestión la seguridad de algunos tratamientos. “Nos va la salud de nuestros enfermos”, alertó en referencia a la falta de espacio, de material y de personal.