Metges de Catalunya (MC) denuncia que la fuga de anestesiólogos del Hospital Josep Trueta de Girona se mantiene y reclama una "respuesta urgente" para solucionar el déficit de especialistas, "si se quiere garantizar una atención asistencial adecuada". Según ha podido constatar el sindicato, el centro ha perdido a cuatro anestesiólogos más desde el pasado mes de septiembre –solo ha contratado a uno nuevo–, que se suman a los ocho profesionales que ya causaron baja con anterioridad por diferentes motivos.
La vicepresidenta de MC y delegada sindical en el hospital gerundense, Núria Estanyol, alerta de que el conflicto sigue enquistado: "En lugar de mejorar, ha empeorado. Ahora faltan 11 anestesiólogos como mínimo para arreglar la situación. Este déficit está obligando a los facultativos del servicio a realizar más horas de las que les corresponde para poder cubrir con garantías el máximo trabajo posible, pero la dirección del centro no les puede pedir que lo hagan indefinidamente", señala.
Según Estanyol, el problema radica en el cambio de modelo de gestión sanitaria en el territorio que ha provocado un aumento de las derivaciones de pacientes complejos al Trueta, pero no así de la plantilla médica. Al margen de ello, explica que cada vez hay más servicios hospitalarios no quirúrgicos, como las sedaciones, las broncoscopias o las unidades del dolor, que requieren de la participación del anestesiólogo, circunstancia que ha conllevado un "incremento notable" de las cargas asistenciales ante la dificultad añadida de cubrir las plazas vacantes.
"Con un tercio menos de la plantilla de anestesiólogos, el hospital prioriza las intervenciones quirúrgicas, mientras que las actuaciones que se hacen fuera de esta área solo se cubren cuando hay especialistas disponibles", afirma. Por este motivo, advierte de que el servicio se podría llegar a colapsar, si el hospital no aplica de "inmediato" medidas correctoras.
Estanyol recuerda que, hace unos años, el Trueta era un punto de atracción para los médicos especialistas por el solo hecho de ser un hospital de referencia, con capacidad para la formación, investigación y docencia, pero ahora asegura que ha perdido el atractivo por culpa de la sobrecarga de trabajo que sufre la plantilla. "Necesitamos un mayor respeto institucional y que el centro reconozca el esfuerzo que están haciendo los anestesiólogos para trabajar más allá de su jornada habitual", reclama.